sábado, agosto 30, 2008

ríos y mareas - t. riedelsheimer

Me pasó con Grizzly Man hace un par de años y me volvió a pasar con Ríos y Mareas ayer.

En Grizzly Man, un oso se acaba comiendo al ecologista Timothy Treadwell y a su novia. 
Dio su vida emocional y literalmente a los osos. 
Un oso lo devoró, lo digirió y lo defecó. 
Sus heces servirán de abono a la tierra para hacer que un árbol nazca, crezca y llegue el día en que un descendiente de aquel oso, se rasque la espalda en la base del árbol.
Un árbol en el que vive, de alguna manera, Timothy Treadwell.

En Ríos y Mareas, el artista británico Andy Goldsworthy no pone tanta carne en el asador como Treadwell pero la idea viene a ser la misma: la fusión con la naturaleza.
Utilizando hielo, piedras, pétalos, madera, Goldsworthy moldea obras de arte que parece que siempre estuvieron allí. Hace que parezca natural algo que no lo es.

Es verdad que este documental puede desprender un halo new age importante. Aun así, la belleza de las imágenes está por encima de todos los discursos posibles.

Tenía más cosas en mente pero ahora mismo, la verdad, no me vienen. 
Si te soy sincero, por muchas cosas que te pueda explicar sobre este documental, no servirían para nada. Ni a ti ni a mí.
Es poesía. No puedes explicar una poesía.

Lo único que quería decir, y que es lo que pensé al acabar de verla, es que esta obra de arte debería estar en todos los colegios, hoy, cuando es poco probable que un niño te explique lo que es un pétalo.
Eso es lo que quería decir.

Me pasó con Grizzly Man hace un par de años y me volvió a pasar con Ríos y Mareas ayer.
Salí del cine queriendo ser esa persona.

miércoles, agosto 27, 2008

el verbo al final

Estaba yo conmigo mismo, aquí, en la soledad de la noche ibicenca, oyendo el Pachá a lo lejos, con mi portátil en un lap y con una modelo checa en mi otra lap, 
la modelo ya me empezaba a pesar aunque sólo pesaba unos gramos y entonces le pregunté si no se tenía que ir ya, me contestó que sí pero que estaba muy a gusto conmigo y por eso se había quedado más rato, yo le dije que no me viniese con tonterías de modelo checa, así se lo dije: a mí con tonterías de modelo checa no me vengas, pero como coloqué el verbo al final de la frase no me entendió y sonrió, 
si quieres que una modelo checa no te entienda, coloca el verbo al final, 
entonces tuve que mover la pierna haciendo ver que se me había dormido para que se apease de mi lap
se me quitó de encima y se sentó en el sofá, 
miré mi lap y vi que me había dejado la marca de las braguitas, se podía leer Secret y todo, estuve mirando la marca durante unos diez minutos hasta que desapareció, el sol poniéndose en este atardecer tan precioso que hemos vivido y, al menos hasta mañana, no volverá a salir, se acabó el atardecer, se acabó la marca de Victoria's Secret, todo lo bueno se acaba, el único consuelo es que todo lo malo también, 
pues la modelo checa tumbaba ahora su esqueleto en mi sofá, la marca de sus braguitas ya flotaba en el aire y salía por la ventana abierta, hacia las rocas, mezclándose con el salitre y con la cocaína que lleva el aire ibicenco de un lado a otro de esta bendita isla donde me encuentro, me encontraba, ya no sé si estoy hablando en presente o en pasado, 
pues estaba yo mismo conmigo, en la soledad de la noche viladecanense, el corrector me corrige viladecanense pero me dice que no hay sugerencias, entonces será porque no sabes, corrector, habrá que ir aceptando que no todo lo sabes, que si a ti no te suena, corrector, no quiere decir que esté mal, corrector, 
aquí estaba yo, dejando pasar el aire y los mosquitos por la ventana, escuchando el Rumours de Fleetwood Mac, qué disco, si le quitas Don't Stop es perfecto, qué disco, cuántas veces lo estaré escuchando últimamente, cuántas veces habré escuchado Silver Springs, para mí la mejor canción del disco, cómo me gusta oír la rabia de Stevie Nicks al final, y lo guapa que era la Nicks, y ese estribillo que es lo mejor de la canción, del disco y casi de la década, 
el tiempo lanza un hechizo sobre ti, pero tú no me olvidarás, sé que podría haberte amado, pero tú no me dejarías, 
la verdad es que así traducido no queda muy bonito, cuánto nos estaremos perdiendo, cuántas mentiras estaremos tragando, estamos en manos de los traductores y de los basureros, ellos son los que dominan el mundo, 
los traductores simultáneos, piénsalo, en sus manos está la tercera mundial, 
los basureros, piénsalo, a cada ciudadano le corresponden unas cien ratas, 
pues estaba yo aquí sentado en mi sillón nuevo de Ikea, cuando me he paseado por el blog del Darío Manrique, que es un tío que escribe de música en muchos sitios, por las paredes de los lavabos de los aeropuertos y todo escribe el Manrique, 
pues leyendo su blog me he topado con que Morrissey sacará un dvd de un concierto, lo que me da absolutamente igual, no sé a ti, pero a mí me es tan indiferente como que se case o no la Duquesa de Alba, 
"es obra de unos peseteros", dice el Morrissey, " y pido a la gente que NO lo compre. No tengo contrato con Warner, y no recibiré royalties de este DVD. Por favor, gastad vuestro dinero en otra cosa", acaba suplicando el Morrissey, 
nos pide, a ti y a mí, que no compremos el dvd de su concierto,
¿por qué, Morrissey?, ¿es que te ves feo y te da vergüenza?, 
no, qué coño, feo, soy el puto amo, cómo me voy a ver feo, 
el Morrissey nos pide que no compremos el dvd porque Él no recibirá los royalties, 
¿cómo?, ¿desde cuándo pienso yo en los royalties antes de comprarme un disco?, ¿desde cuándo?, ¿me lo sabes decir tú, Morrissey?, ya te lo digo yo: desde nunca, 
de qué coño me estás hablando, Morrissey, yo pienso en mí cuando compro un disco, en mi satisfacción personal, si eso es posible, en mí pienso, en poca gente más, en nadie más, qué coño, qué mierdas significan tus royalties para mí, Morrissey, una puta mierda significan, y además, lo único que has hecho, por si lees esto, Morrissey, es despertar a la masa, esto en sociología debe tener un nombre, quizá Beta lo sabe, decir una cosa para provocar lo contrario, 
gastad vuestro dinero en otra cosa, no lo dudes, Morrissey, antes me compro cincuenta sacos de serrín, no te preocupes, 
ahora voy a ver un rato la tele, aunque son casi las dos de la mañana y no he escrito el cuento de cien palabras, lo escribiré mañana, hoy miércoles, 
a ver qué nos dicen los del Cultura/s, 
ha vuelto Arucitys y eso es una buena noticia, 
la serie Impares de Antena3 me ha hecho reír esta noche, no sé si siempre es así pero ha sido una grata sorpresa, 
y este tremendísimo vídeo de Epi y Blas también lo robo del blog del Manrique, 
qué otra cosa nos queda sino robar, 
nada, 
sin robar no somos nada.


lunes, agosto 25, 2008

reflejos naranjas

Alguien ha escrito slut en la fachada de la casa de Sienna Miller.

Slut: puta.

Sienna Miller es una actriz de la que no he visto ninguna película.
El símbolo dibujado me descoloca. No sé qué significa. Está entre lo satánico, lo fascista y el de la bruja de Blair.
Los reflejos naranjas en la puerta, las rejas de la ventana y la foto descontextualizada de la Miller le dan más dramatismo a la pintada.
Yo me pregunto: ¿es realmente ésta la casa de Siena Miller o se trata de una pintada cogida del archivo de pintadas?

Sea cual sea la respuesta, la persona que escribió slut en la fachada no cometió ninguna falta de ortografía.

jueves, agosto 21, 2008

cuánto nos gusta

Cómo nos gusta la tragedia.
Cuánto nos gusta la tragedia. 
Ajena.
La nuestra no, pero la de otros, cómo nos gusta.

Cuánto quiero verte llorar, cuánto quiero. 
Cómo nos gusta que llores en directo y que te desmayes, cuánto nos gusta que te desmayes y te recojan y te ayuden a sentarte y te traigan un vaso de agua, cómo nos gusta, cuánto nos gusta.

Cómo nos gusta conocerte de esta manera, cuando estás indefenso, cuando eres menos que nosotros, cuando has perdido algo, cuánto nos gusta que pierdas algo, nosotros no, ellos, tú, vosotros, pero nosotros no,  a nosotros no nos gusta perder, perder nada, pero sí que nos gusta, y cuánto nos gusta, ver cómo ellos lo pierden.

Cómo nos gusta verte perdido, sin saber adónde ir ni hacia dónde mirar, caminando por inercia, perdido, cómo nos gusta verte roto y destrozado y hundido.

Tú estás roto, nosotros no, cuánto nos gusta eso.

Preguntarte cómo te sientes y saber que vas a responder: roto, destrozado, hundido. 
Saber tus respuestas de antemano, cuánto nos gusta.

Apóyate en mi hombro, te presto mi hombro para que llores tu desolación, pero espera un segundo que conecto el micrófono y la cámara, quiero que llores, cuánto me gusta verte llorar, pero quiero que todo el mundo te vea llorar, quiero grabar lo que puedas decir mientras lloras, yo te presto mi hombro pero tienes que tener en cuenta eso, que los micrófonos están grabando, los micrófonos sirven para eso, no te preocupes, tú llora.

Cómo nos gusta la desgracia. 
Ajena.

Cuánto gusta la palabra dantesco. 
Qué poca utilidad se le da y cuántas ganas tenemos de utilizarla, sufrimos al no poderla vocalizar, la tenemos siempre hecha un nudo en el estómago pero, a la más mínima, cuánto nos gusta soltarla como un eructo en una competición entre amigos. 
Cuánto nos gusta y cuánto hacía que no la nombrábamos. Echar de menos una palabra.

Cuánto nos gusta que suspendan las vacaciones los políticos, cuánto nos gusta, que vengan de allí y de allá y se reúnan y se saluden sin sonreír, cuánto nos gusta ver cómo se saludan sin sonreír.

Cómo nos gusta saber que estamos en la primera página de los diarios del mundo, cómo nos gusta, que sepan que seguimos aquí después de la Eurocopa, cuánto nos gusta sabernos el centro del mundo aunque sea por un accidente, no por ningún logro, por un accidente, que el mundo se apiade de nosotros, que todo el planeta sepa que aquí hay accidentes, no sólo playa, toros y sangría, cuánto nos gusta.

Cuánto nos gustan las preguntas estúpidas, cuánto nos gustan, sobre todo las que no llevan a ninguna parte, esas las que más, esas cuánto nos gustan, mucho nos gustan.

Pero no te vayas todavía, espérate, quédate un rato más con nosotros, queremos saber qué es lo que sientes ahora, ya sabemos que te sientes roto, destrozado y hundido, pero queremos saber algo más, queremos saber si ella era buena en la cama, queremos saber si la engañaste alguna vez, queremos saber muchas cosas, siéntate, no te vayas y, si no es posible que nos digas nada más, repite mirando a esa cámara, la del piloto rojo, repite por favor que te sientes roto, destrozado y hundido, si eres incapaz, ya que eres tan inepto que no puedes decir nada más, al menos repite lo de roto, destrozado y hundido mirando a esa cámara, anda, haz algo, que vamos a publicidad, la publicidad manda, ya lo sabéis.

Cuánto nos gusta ver la tragedia en el ojo ajeno, cuánto nos gusta, y ver que el ojo está infectado de tragedia, y cómo se llena de sangre de tragedia, y cómo lo pierde por esa tragedia, y luego le queda el hueco de tragedia, un agujero negro de tragedia, donde había un ojo ahora un agujero negro, cuánto nos gusta. Y ahora a cámara lenta.

Cómo me gusta escuchar que me podía haber pasado a mí pero no, cuánto nos gusta sabernos afortunados, cuánto nos gusta.

Cómo nos gusta saber de todo, tener respuesta para todo, cómo nos gusta, de medicina, de aeronáutica, de presión, de combustible, cómo nos gusta engañar a los demás, que los demás se piensen que no somos patéticos, ése es el objetivo, cómo nos gusta.

Cuánto nos gustaría una grabación del momento, cuánto nos gustaría, que alguien hubiese grabado el momento, el momento, ni antes ni después, a nadie le interesa a estas alturas el antes y el después, queremos ver el momento, no se ha visto, tenemos derecho a verlo, por qué aquella vez sí y ahora no, queremos ver la caída, la explosión, oír los gritos, ver el fuego, ver el fuego, cuánto nos gusta ver el fuego, carbonizarlo todo, lo vivo y lo muerto, cuánto nos gusta que se carbonicen los demás, nosotros no, los demás sí, que se carbonicen.

Cómo me gusta que se te trabe la lengua, que te tiemble la cara, que no pares de llorar bajo esas gafas oscuras, quítatelas que te podamos ver, que podamos ver que, en efecto, estás llorando, que esas son lágrimas de alguien roto, destrozado y hundido.

Cómo nos gusta la tragedia.
Cuánto nos gusta la tragedia.



Ajena.

martes, agosto 19, 2008

imprevisible exageración

Hay algo de esclavitud en un blog, no me digas.
Una esclavitud sana, eso sí, sin cadenas ni latigazos ni marcas de cadenas ni de latigazos. 
Una esclavitud bonita, digámoslo así. Pero esclavitud al fin y al cabo. 

Soy un esclavo de mi blog, el único esclavo de mi blog. 
Él es mi amo.
Sin él yo no existiría. Pero sin mí, él tampoco.
Yo le limpio las botas con la lengua a cambio de un vaso de leche con galletas.
Pero luego, mi blog, éste que lees, cuando habla de mí, me llama "mi creador".
Así que vivimos en una eterna pregunta sin respuesta.
Es el único que me ha hecho levantar ahora mismo del sofá para venir a escribir esto.
Me ha recordado a los tamagochis. Funcionaban algo así, ¿no? Dale de comer o si no, se muere. Algo así era, no lo sé, nunca tuve una mierda de esas. Vaya locura de juguete.

A veces pienso en crear una vida en el blog y luego vivirla. Es decir, al contrario de lo que se hace normalmente: contar tu vida. 
Escribir tu vida antes de vivirla para así, al verla escrita, saber lo que tienes que hacer o, simplemente, hacer algo en tu vida.
Creo que este blog me salvará la vida. Un día me dirá el camino a escoger y yo le haré caso.
Por ejemplo, si no fuese por este blog, ni se me pasaría por la cabeza este nuevo proyecto.

Tengo un nuevo proyecto, digo.
Todavía no tiene nombre. Puedes participar en la elección con alguna sugerencia. 
El proyecto consiste en corregir las faltas de ortografía que pueda haber en cualquier pintada.
Los Cazafaltasmas, por ejemplo, se me ha ocurrido ahora.

Pues parece una tontería pero es algo que me saca de quicio.
Ya no digo que no se pinte en una pared, que cada uno haga lo que le dé la gana, allá él. Lo único que pido es que, si haces una pintada, si escribes algo para que la gente lo lea, porque no tiene otra finalidad, escríbelo sin faltas de ortografía.

No sé tú pero yo estoy harto, arto, de leer faltas de ortografía. 
En cualquier sitio, desde carteles en bibliotecas, pasando por los titulares de un telediario, siguiendo por los subtítulos de una película (en el cine, no bajada del emule, eso ya es otro sistema solar), hasta los sms que van apareciendo en los programas (aquí ya no hay nada que hacer).

A nadie le interesa la ortografía, está claro. Para qué coño sirve escribir bien. Para nada.
Los jóvenes de hoy en día adoran a Paquirrín, déjate de cuentos.

La cuestión es que no puedo hacer nada a nivel personal en muchos, en casi ninguno, de los casos de faltas de ortografía que observo por aquí y por acullá.
Por eso, una de las pocas acciones que puedo llevar a cabo es modificar, corregir, las pintadas que vea por la calle.

Esta genial idea se me ocurrió uno de los muchos días que pasaba con el autobús junto a una pared gris en la que alguien, un día, hará ya más de diez años, y no exagero, escribió alegremente: 
Cuando la violéncia es exclusiva del estado, todos somos terroristas.

Llevo más de diez años pasando por esa calle, mirando ese muro y viendo esa tilde ahí, esa tilde asquerosa ahí, qué pinta esa tilde de mierda ahí, me pregunté la primera vez, vale que en català se escribiría violència, pero es que el resto de la frase está en castellano, y, además, la tilde es cerrada.
Antes me decía: tranquilo, Diego, pronto pintarán la pared y esa pintada desaparecerá.
Pero eso era antes.
Ahora sólo me digo: actúa ya, Diego.
Hazlo por los niños de Viladecans, los niños y niñas del mundo. Haz algo por ellos. Que por ti no sea que hayan aprendido a escribir mal violencia.
Siempre me imagino a un niño que ha estado viendo esa pintada como yo durante años, ha asumido que violéncia se escribe con tilde, lo ha asumido tanto porque han sido tantos los años de contaminación visual que llega el día del examen y el tema a tratar es La violencia en el fútbol, entonces este niño, ahora ya mayor, escribe violéncia con tilde unas treinta veces en la redacción. 
Y suspende. 
Y ese suspenso le hace repetir curso. 
Su autoestima baja. 
Sufre una profunda depresión y acaba suicidándose.
Ese niño habría muerto por una tilde.
Y yo no lo voy a permitir.
Esto parece una exageración pero, ¿acaso no es la vida una exageración?
La vida es una imprevisible exageración.

Por eso ya he dado el primer paso: comprar un spray rojo con el que tachar las faltas que vaya encontrándome. 
Así que el spray ya lo tengo, siete euros, Titanlux. 
Ahora sólo hay que decidir el día de actuación. 
La noche, mejor, saldremos por la noche, Sheila y yo. 
Ella tomará fotos del acto vandálico y yo actuaré cual Banksy de la ortografía.
Luego las subiré para demostrar que no soy un bocazas.

He de decir que estoy ilusionado con este nuevo proyecto que lo único que puede reportarme es una multa por pintar en un muro que pagaré encantado. 
Todo sea por el descenso de la tasa de suicidios en el Baix Llobregat.

La pintada la voy a corregir una noche de éstas, posiblemente la madrugada del lunes al martes de la semana que viene.
Igualmente, si sabes, si estás hart@ de ver una falta de ortografía en una pintada, envíame la dirección exacta y la corrijo. 
Me gustaría ir a cualquier parte del mundo, corregir faltas en muros de Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Berlín, París, Roma, Londres, Madrid, Estambul, Praga, en fin, me encantaría viajar con mi spray a todas partes, pero sólo me moveré por Barcelona y alrededores.

domingo, agosto 17, 2008

convertirse en leyenda

A ver.
La peli no está mal. 
Es más, la peli está muy bien. 
Es remás, la peli es muy buena.
Pero de ahí a "la mejor peli del año" hay un trozo, hay un cacho largo, payo, espérate, ¿no? Siempre con las prisas. 
Está bien filmada, el Nolan este tiene buenas cámaras, buena óptica, se coge unas panorámicas de la ciudad, que vértigo y todo te digo. 
Luego tiene su tempo, que si me espero un poquito, que si ahora venga, todo el mundo por los aires, que si ahora un diálogo cara a cara, que si ahora uno de espaldas, ahora uno con poca luz, ahora una fiesta de ricos que se mueven lentos, los ricos se mueven lentamente, eso te lo deja claro el Nolan, que si ahora el Bale-que-me-mojo-toda se quita la camisa, que si pitos y que si flautas. 

Sí, todo muy bien, ve a verla, en serio, no hay nada mejor que hacer, bueno, hoy echaban la corrida número mil de Fran Rivera, una vergüenza Telecinco y una vergüenza todos los toreros, qué lamentable toda la gente que se sienta en una plaza de toros, toda la chusma de presentadores de Telecinco, la España inculta que representa Mª Teresa Campos y su hija, todos los traficantes y chulos que se sientan a fumar un puro mientras un animal escupe sangre, no porque esté enfermo, sino porque tiene una espada que le atraviesa los pulmones, el estómago, el corazón, esta España me da asco, y he estado un rato viendo esa bazofia en la televisión y viendo a un toro agonizar durante unos tres minutos mientras unos cazurros le enseñaban una capa de aquí para allá y luego estos cazurros se irán a tomar un vinito y unos quesos a la fonda de la madre que los parió a todos juntos y el puto presentador del tic, cómo se llama, Alonso Caparrós, se llama, levantándose y aplaudiendo cuando el toro ha doblado las patas, qué escoria, en su palco v.i.p., la vieja que no puede ni hablar ya, escoria, me da pena y rabia este país de ignorantes, cuántas putas horas ha estado la mierda de corrida en la tele, 
no la veas, me dirás, haberte puesto a leer, 
muy bien, tienes razón, pero así no se soluciona nada, 
y cómo se soluciona, me preguntarás, 
no lo sé, joder, qué mierda, país mediocre del que yo formo parte.

Volviendo a la cuestión.
Una maravilla para los ojos, la peli, todo lo que quieras. 
Pero aquí lo más grande es Heath Ledger.
Es un punto y aparte.
No hay nada que hacer. 
Me da igual si no le dan un Oscar póstumo, que se lo darán, no tienen cojones de no dárselo. 
Lo que hace el Ledger en esta película es lo mismo que hizo Usain Bolt el otro día en los 100 metros: convertirse en leyenda.
Es una actuación por encima del bien y el mal. 
Sin esa actuación, la peli estaría antes de Navidad a 5,95 en la Fnac al lado de la primera temporada de Sin tetas no hay paraíso.

No he parado de escuchar que si se encerró en la habitación de un hotel durante unos meses para preparar el personaje, que si patatín, que si patatán. Me dan igual estas tonterías de los informativos de Antena 3 y Telecinco. 
Yo el otro día no vi a un actor interpretando a su personaje. 
Yo vi al personaje.
Y esa es la grandeza del cine: cuando menos lo esperamos, algo explota y nos ilumina.

delicado asunto

Are you experience? - Jimi Hendrix

Descubrí a Jimi Hendrix cuando iba a séptimo de E.G.B. o, lo que es lo mismo, cuando tenía, ¿qué edad se tiene en séptimo?, once doce años, ¿no? ni idea, era en séptimo, eso sí, porque recuerdo la clase y trozos de mi vida y cosas de séptimo, pero no me hagas decir la edad que tenía, sería en el 1990, doce años, ya está.
Estaba viendo y grabando un resumen del año del Sputnik, un buen programa copy and paste de la tele catalana que ofrecía conciertos y documentales sobre diferentes artistas musicales. Cuando eres pequeño piensas que son los mejores. Luego descubres Inglaterra y la BBC.
La cuestión es que estaba viendo mientras grababa el Sputnik, cuando aparece un negraco despeinado, en blanco y negro, vestido como un Beatle en la portada del Sgt. Pepper's y sonriendo mientras toca, como quien acaricia el culo de su pareja después de follar.

(Inciso: ¿Quién ha sido el inventor del Toblerone? ¿A alguien le parece cómodo partirlo? ¿Qué mierda es esta, señor Toblerone? No hacían falta esas pirámides, con hacer onzas cuadradas y planas ya valía.)

Pues el nigga sonriente toca Purple Haze, según el subtítulo del Sputnik
Noel Redding al bajo y Mitch Mitchell a la batería le acompañan, aunque estos nombres los conocería más adelante. A mí ahora sólo me interesaba el Hendrix.

Quizá la semana siguiente fui en busca de algún cd de Jimi Hendrix que contuviera Purple Haze
Es una extraña manía, ¿no? Escuchas una canción, incluso tienes ya esa canción, en alguna recopilación o lo que sea y, como te gusta, buscas un cd del artista/grupo pero, a ser posible, que contenga esa canción que ya tienes, como diciendo "al menos si las demás no me gustan, sé que la que conozco me va a gustar" o, "si esa canción me gusta y está en este cd, eso quiere decir que el resto me gustarán".
Uy. Delicado asunto.

Al final me compré un cd titulado Kiss the sky, una recopilación donde aparecía Purple Haze y otras tantas.
Que al principio me parecieron una basura.
Mi primera impresión de Jimi Hendrix a través de unos auriculares de compact disc fue un auténtico desastre.
El disco empezaba con un tema llamado Are you experience? 
Recuerdo que me lo puse antes de cenar, pero sólo como quien comprueba que funcione. 
Y entonces empecé a escuchar unos sonidos extraños. ¿Cómo? Miré el segundero del compact, por si el cd estaba rallado, comprobé los auriculares porque el sonido me iba del derecho al izquierdo y me estaba volviendo loco y sólo llevaba cuatro segundos escuchando al Hendrix. 
Lo paré. 
Me dije que quizá después de cenar lo vería todo de otra manera.
Pero después de cenar ni lo intenté. Pasé los números hasta llegar a Purple Haze, la escuché tres o cuatro veces y me fui a dormir.

No sé cuánto tiempo estuve sin escuchar esa primera canción, la saltaba siempre, empezaba a escuchar las demás pero Are you experience? me parecía horrorosa. 

Me encantó I don't live today en directo; también Red house, un blues perfecto; Voodoo Child y Crosstown traffic se convirtieron, junto a Purple Haze, en mis preferidas; más tarde empecé a entrar en la psicodélica de Third stone from the sun
Y así acabé escuchando todo el disco. 
Excepto la primera canción, que me seguía pareciendo una tomadura de pelo.

Años más tarde me compré el álbum Are you experience? y fue allí donde la escuché por primera vez de principio a fin.
Era la última canción del álbum al que daba título. 
¿Por qué Jimi Hendrix había colocado esa canción la última? 
Y, ¿por qué alguien fabricó una recopilación poniéndola en primer lugar?

El arte debe tener un orden, el impuesto por el artista. 

La frase: "Pollock tiró un chorro de pintura blanca, luego uno azul y, por último, uno marrón". 
No es la misma que: "Pollock tiró un chorro de pintura azul, luego uno marrón y, por último, otro blanco".
Son cuadros distintos.

Simplemente si has hecho alguna recopilación para alguien, te habrás dado cuenta de la importancia del orden.
¿Por qué empezar con esta y luego seguir con esa y al final acabar con esa otra y no al revés? 
Porque el orden es importante.
Y eso fue lo que me pasó. 
Eso y el paso de los años. 

Uno nunca es el mismo dos veces.

Entonces escuché Are you experience? allí, en su lugar, donde tenía que haber estado desde un principio, al final, y lo vi todo claro. 

Quizá era su mejor tema y yo había estado años sin escucharlo.

Esos efectos iniciales y luego la explosión, una batería con redobles casi militares, el solo de guitarra sonando al revés hacia la mitad, cuando desaparece el resto de la banda, como si estuviera en otra dimensión. 
Pero, sobre todo, lo que más me ha gustado a lo largo de los años, lo que me ha ido enamorando y no sé por qué, ha sido esa única nota repetida en el piano durante toda la canción. 

viernes, agosto 15, 2008

finito, ahí

Hace unos años, si estamos en el 2008 te hablo del 2003 en England, 2004 aquí con Anagrama, pues hace unos cuatro cinco años ya, cómo pasa le temps, es horrible, qué hijodeputa, el tiempo, no conocerás a ningún hijodeputa más grande, pues al señor Nick Hornby, o a su editor, se le ocurrió ajuntar 31 canciones que le gustaban o que le marcaron o lo que diablos le pase por la cabeza a este inglés, y comentarlas sin comentarlas en un libro muy delicia atitulado, redoble, 31 canciones. 

El libro es una pequeña maravilla, una joya tanto literaria, el Hornby mal no escribe, como musical, detalles de calidad hay, para qué negarlo, y el otro día caminando por el lado salvaje de mi pueblo pensaba, qué libro más chulo el del Hornby, ¿pero eran, seguía pensando, 21 o 31 canciones? 
Tal dilema me hizo caminar más rápido todavía por el lado salvaje, por la zona sin asfaltar, la de los condones usados, y me iba yo ya disparado a mi casa, de mis padres, que llegaba cansado y sudoroso y todo bajo el sol de injusticia que caía sobre nosotros los mortales, y abría presto presto la puerta de mi casa, de mis padres, y luego a mi habitación, y a mi estantería, amarillo, Anagrama, finito, ahí. 
Y ahí estaba el Hornby, entre un Auster ilusionado y un Fante preguntón, resolviéndome la duda existencial veraniega: eran 31. 

Joder, qué palo, díjeme. 

Cogí el libro y me fui.

Y, ¿por qué díjose el Diego Joder qué palo después de resolver la duda existencial veraniega?
Pues el Diego exclamó esa frase poligonera porque él tenía en mente una nueva sección para su blog, una sección que copiara o, en su defecto, copiase, el libro del hooligan Hornby, una sección que tratase de comentar sin comentar canciones, o comentar comentándolas, canciones que al Diego, a mí, me diese la gana, sin importarle importarme nada, que alguien podría decir: vaya mierda de sección y vaya mierda de canciones que has elegido, Diego, 
y yo le diría: dame igual, soy un espíritu libre y en paro, nadie me puede detener ahora.

Y es eso en lo que he pensado, una nueva sección que me comprometo (risas) a llevar a cabo (risas) hasta el final (risas).

Dado que yo mi me pensaba que el título era 21 canciones, de hecho, queda mejor, no me digas, nena, he decidido llamar a mi sección 21 canciones y comentar así no 31 como en el libro de Anagrama (estoy haciéndole una publicidad a Anagrama impagable), sino 21, como me pensaba que se titulaba, y así me ahorro 10 que seguro que pondría para hacer bulto y ni te las escucharías.
Empiezo hoy.

At my most beautiful - R.E.M.

No sé por qué elijo esta canción para empezar.
Simplemente me ha venido a la mente esta noche y simplemente me parece preciosa.
Y tú me dices: qué cursi eres, nene.
Y yo te digo: dame igual, nena.

Como todos los grandes descubrimientos en la vida, esta canción la escuché por casualidad.
Miraba yo la tele un programa que ofrecía, joder, qué complicado lo hago todo: estaba mirando la tele y hacían el Unplugged de R.E.M y justo cuando hice zapping empezaba a sonar esta canción, At my most beautiful
Como era un canal progre, subtitulaban la canción y me quedé leyendo esa letra que está en el límite de la ñoñería pero que me quedé leyéndola hasta el final y me dije, joder, ¿en qué disco está esta canción? Y me fui a comprarlo y va y estaba de oferta.

El disco es el Up
Es la única canción que he escuchado del disco. No me hagas decir cualas más hay porque no te sé decir una más, tendría que mirártelo en el allmusic pero eso no va a ser posible porque el resto de canciones, te digo, dan igual.

De la canción me gusta prácticamente todo. Lo único que quitaría son los últimos segundos con esa sección de cuerda que no viene al cuento. 
Pero lo demás es grande. 
Me gusta que empiece con un piano y me gusta ese tambor de marcha militar junto con los cascabeles de fondo. 
La voz de Michael Stipe tiene la cadencia perfecta y encadena los versos como si lo hiciera con timidez. Al menos eso es lo que me imagino cada vez que la escucho, al Stipe cantando y mirando al suelo.
Rescatados directamente del baúl de los Beach Boys, los coros del resto del grupo, que en otra situación me podrían molestar, engrasan a la perfección con el piano y la voz.

Una canción que escuché por primera vez en la tele y con subtítulos.
Todo pintaba mal. 
Pero no.

Algo así sería la traducción. Me la acabo de inventar.

He encontrado una manera de hacerte sonreír. 
Leo mala poesía en tu contestador automático, guardo tus mensajes sólo para oír tu voz. 
Siempre escuchas atenta en busca de rimas malsonantes y siempre dices tu nombre, como si no supiera que eres tú. 
He encontrado una manera de hacerte sonreír.
Cuento tus pestañas en secreto y en cada una susurro "te quiero". 
Te dejo dormir, sé que te haces la dormida, 
escuchando.
Creí ver una sonrisa.

viernes, agosto 08, 2008

llegar y romperse

Me voy unos días.
Me sentaré en una silla plegable, como anciano que soy, y pasaré unos cuantos días viendo las olas llegar y romperse.
¿A qué otra cosa puede aspirar el hombre?
A ver las olas llegar y romperse.
A nada más. 

perros de paja

jueves, agosto 07, 2008

incluso calvo


Pocos años antes de morir, Marilyn Monroe insertó este anuncio en un periódico:

Mujer sencilla, treinta años, bien en todos los sentidos y hasta ahora muy puesta a prueba sentimentalmente, ingresos medios de quinientos mil dólares anuales, busca señor, incluso calvo, honesto y sensible, para fundar un hogar prolífico. 
Escribir a Marilyn Monroe, Sutton Place, New York.

No recibió ni una sola respuesta.

no queremos alarmar

Una cabeza cortada sabe, durante unos segundos, que es una cabeza cortada.
Esta frase no tiene nada que ver con lo que voy a escribir. Simplemente la he leído y me ha gustado.

inclusive.
(Del lat. escolástico inclusīve, y este del lat. inclūsus, incluso).
1. adv. m. Incluyendo el último objeto nombrado.

Esta es la palabra más usada en verano. 
Inclusive
La podrás ver en cualquier kiosco, panadería, mercería, bar, papelería, estanco, ferretería. 
La podrás ver allí, desnuda, indecisa, perdida, en un cartelito colgado de la puerta, del cristal, de la persiana de garaje. 

Cerrado por vacaciones del 11 al 18 de agosto, ambos inclusive.

¿A qué se debe?
¿A qué vienen estos formalismos estivales?
A mí inclusive me da pena. 
¿Alguien se acuerda de ella el resto del año?
¿Por qué no 
Cerrado por vacaciones del 11 al 18 de agosto, los dos incluidos
o, simplemente 
Cerrado por vacaciones del 11 al 18 de agosto?
¿Alguien cuando ve un cartel como el anterior se pregunta ¿esto qué quiere decir, que vuelve el 18 o el 19?
¿Alguien?
Nadie.
Nadie se pregunta nada en verano.
El verano no es una época para preguntarse nada.
En verano hasta la palabra inclusive nos parece normal.


defunción 
(Del lat. defunctio, -onis)
1. f. Muerte de una persona.

Defunción es otra de las palabras que me dan pena. Pero ésta, al verla escrita en un cartel. 

Cerrado por defunción

Un cuento de terror en sólo tres palabras.

Y no me da pena pensar en la persona fallecida. 
Lo que verdaderamente me produce tristeza es pensar en la persona que ha escrito el cartel, la palabra. 

Si lo ha escrito a mano, me la imagino caligrafiando esas nueve letras y esa tilde, escribiendo una palabra que nunca había escrito, que nunca había visto brotar de la tinta de su boli o de su rotulador, y luego cortando el celo con los dientes y pegando el cartel en la puerta del negocio.

Pero si lo escribe a ordenador es mucho peor.
Primero hay que escoger el tipo de letra.
La de siempre, la que había servido para anunciar la nueva temporada de ropa para niños, la Comic sans, no vale. Es demasiado alegre, por decirlo de alguna manera. Y no hay defunción alegre.
Más tarde el tamaño. Ni demasiado grande, no queremos alarmar, ni demasiado pequeña, hay que darle relativa importancia al difunto.
Luego, una vez decidido el tipo de letra, posiblemente Times New Roman, una letra clásica y moderna a la vez, sencilla y sobria, hay que comprobar que la impresora esté bien conectada al ordenador. 
Una vez comprobado esto, lo más importante, la tinta, la impresora debe tener tinta. Y sería recomendable que el cartucho estuviese lleno, no casi vacío como siempre. 
Cuando ya se tiene la certeza de que todo está correcto, el momento más angustioso, la espera, la salida del folio por la boca de la impresora, tiene que quedar perfecto o, al menos, no da igual como quede, no da igual porque estos no son dibujos para que pinte tu sobrina, entonces da igual que al pato Donald no se le vea bien una pata, porque se la dibujas tú, entonces da igual, pero ahora, la palabra defunción exige el cartucho lleno de tinta negra.

Y allí está tu obra. 

Cerrado por defunción
Fuente: Times New Roman. 
Tamaño: 25.

Inclusive y Defunción. 
Palabras extrañas para escribirlas en un papel.

miércoles, agosto 06, 2008

un chiste, un chiste, un chiste

Cada vez que cojo A sangre fría lo leo de cabo a rabo, como si no la hubiera escrito yo. No cambiaría ni una coma. (Truman Capote)

Llevo varios días sin escribir nada o escribiendo estupideces, que es lo mismo, y tú me dirás, cuándo has dejado de escribir estupideces, Diego, gilipollas, y yo te diré, nunca, es mi único propósito en la vida, escribir estupideces, muy bien, sigue así, me dirás para finalizar, y es que los días que llevo sin actualizar y sin escribirme algo ya no interesante sino comprensible, coinciden con los días de inactividad laboral, con el cese temporal de actividades laborales, con, dilo, ya, Diego, face your fears, el paro, el paro ha llamado a mi puerta de un modo elegante, acordado, yo que lo veo por la mirilla y veo a este hombre (el paro es un hombre) elegante y acordado, le abro la puerta y el hombre entra y se sienta en el sofá, yo no estoy muy cómodo con este hombre en casa, sin hacer nada, pero, claro, qué va a hacer, si se llama paro, el hombre no hace nada, ni me pide un vaso de Coca-cola ni que me eche a un lado, no se queja, no hace nada, dije ya, y yo ahora estoy situándome en mi propia casa, sin rutina no soy persona, a eso he llegado, en eso me había convertido, la rutina es la más fructífera de las drogas, murió de sobredosis de rutina, me he tomado dos pastis de rutina y voy que lo flipo, ¿te apetece una rallita de rutina? 
¿A cuánto se pagará el gramo de rutina? 
Yo ahora mismo lo pagaría al doble.
Es triste pero es así.

Tendría que estar leyendo más, escribiendo más, paseando más, tocándomela más, pero no, la cuestión es que a mí me hace falta que alguien me esté dando latigazos cada cuarto de hora, necesito notar el frío cañón en mi nuca, sólo así funciono.
Es triste, ya lo dije, pero es así.
Y así he sido toda mi vida. No hay nada que hacer.
Todavía me asombro de la cantidad de entradas que he escrito en este bendito blog. Hay cosas que todavía me asombran de mí mismo. Pocas, pero alguna encuentro.

Cambiando de tema.
Uno de los libros que me estoy leyendo ahora, ya lo puse en la columna de la derecha, es Conversaciones íntima con Truman Capote, una serie de entrevistas delicatessen que Lawrence Grobel le hizo al escritor.
Lo mejor del libro es que escuchando a Capote, aprendes. 
No que aprendas algo en concreto, Capote me enseñó a escribir, no, simplemente aprendes.
Para mí es como si estuviese oyendo a Dios, si suponemos que Dios habla claro, conciso, sabe de todas las artes porque Él las ha creado, critica a los mediocres y se sabe de un poder sobrenatural. 
Me cae bien el Capote, muy bien me cae, porque dice las cosas sin rodeos, transparente y fluida es su prosa oral.
No he leído nada de él. 
Me he empezado unas veinticinco veces A sangre fría y no llego nunca a la página cincuenta. Ahora, oyendo al Truman, me dan ganas de empezarlo de nuevo, claro, pero sobre todo, de leerme el que para él, para Él, es su mejor libro: Se oyen las musas.
Esto es un escritor como Dios manda, alguien que dice cuál es su libro favorito. Estoy harto de escuchar, de leer en entrevistas a escritores, a artistas en general, decir eso de ninguno es mi favorito, un libro es como un hijo. Por eso mismo, todo el mundo sabe que una madre tiene a su hijo favorito aunque no pueda decirlo, igual que un nieto tiene a sus abuelos favoritos. Por ejemplo, y no sé por qué, yo soy el favorito de mi madre, y mi hermana lo sabe y lo acepta, ¿qué otra cosa le cabe hacer? Aceptarlo. 
Pues aquí el Capote dice las cosas así de claras, metiéndose con todo el mundo, bebiendo vodka sin parar y peinándose el poco pelo.
Truman Capote, vaya.

Grobel: ¿Ha leído En el camino?
Capote: Claro que la he leído.
G.: Ese libro anunció una era.
C.: Un chiste, un chiste, un chiste.

[...]

G.: ¿Le gusta Borges?
C.: Es un escritor de segunda categoría. Es muy buen escritor, me gusta, pero es de menor importancia.

lunes, agosto 04, 2008

nubes de tags

La Shei me descubre esta web super cool, baby
La ha visto en un fotolog de un moderno, de un moderno de mierda. Y ahora yo la muestro al mundo, la doy a conocer al gran público.
La web no sé para qué sirve. 
Creo que para nada. 
Si eres escritor, si escribes un texto, te puede servir para darte cuenta de las palabras que repites más. A más repetición, más grande es la palabra en el dibujo.
Para ser moderno, sirve. 
Para hacer nubes de tags. Jo, tía, ¿te parece poco?
No le veo gran utilidad a no ser que seas moderno y tengas amigos modernos a los que enseñarle tu hallazgo moderno. 
Si no es así, esta web es de una inutilidad excepcional, majestuosa, diría yo.

sábado, agosto 02, 2008

encuesta

Nueva encuesta cinéfila en el lateral.
Puedes ganar un gallifante.
Poca broma.

La inspiración no me acompaña estos días.
Ya lo has comprobado.