La cuestión es que coincidiendo con esta compra hace un par de días, una compra con descuento, ah, qué suerte que la mujer a la que amas trabaje en una librería y ella, casualmente, te ame a ti también, coincidiendo con esa compra, dije, veo que el próximo 21 de julio empieza en el CCCB una exposición titulada El segle del Jazz con una pinta más que interesante.
domingo, junio 28, 2009
orificio
Coincidiendo con la compra de la maravilla de libro Jazz Covers, qué placer pasar las páginas y descubrir portadas de discos de jazz, qué placer descubrir portadas nuevas y qué placer redescubrir las ya conocidas, las ya tenidas en la estantería, los ya escuchados, cuánto arte hay, ay, en este libraco de quinientas páginas, todo portadas de discos de jazz, de ahí su nombre, qué placer pasar las páginas rapidito y oler ese sonido a nuevo, puedo pasarme horas mirando este libro, enamorándome de él cada vez que lo abro, incluso queriéndomelo hacer con él, colocando mi descomunal pene entre sus páginas, ah, si este libro tuviese boca, su precio sería más elevado, sí, y quizá ya no lo venderían en La casa del libro, pero, ah, si este libro tuviese aunque sólo fuera un orificio, ¿os parece que pido mucho, señor Taschen?, ¿un orificio os parece mucho?
viernes, junio 26, 2009
jueves, junio 25, 2009
la vida es unicéjala
El otro día, no sé cuándo fue, por eso digo el otro día, porque me vale para decir ayer y hace un par de años, por eso utilizo el otro día, porque es útil, y porque le da a todo esto un tiempo indeterminado que, a veces, me gusta, otras no, otras prefiero decir el martes pasado, o hace dos días, pero hoy especialmente quiero darle a todo este asunto un tiempo indeterminado, ya lo dije, como si todo esto fuese un cuento, el otro día es la versión contemporánea del había una vez, también me gusta usar el otro día, además de porque no deja marcas que puedan evidenciar su uso excesivo, porque deja en el aire si lo que voy a decir es verdad o no, ni siquiera yo mismo sé si esto que voy a contar, si es que voy a contar algo, que creo que no, es verdad o no, en cambio, si dijera ayer a las dos de la tarde hice una hora de cola para montarme en el Furius Baco, en Port Aventura, suena más real, y hoy te puedo decir: si algún día vas a Port Aventura, pasa del Furius Baco, no vale la pena tentar a la suerte, si quieres romperte una vértebra puedes hacerlo saltando de un coche en marcha, no hace falta hacer una hora de cola, ni siquiera ir a Port Aventura, llamas por teléfono a un taxi, que te recoja en casa, le dices siga recto esta carretera, ya le indicaré, y tu indicación será abrir, abril-cerral, la puerta y saltar en marcha, pues estando en el Furius Baco (espero con impaciencia el día en que me cruce con su creador por la calle, a ser posible una calle desierta a las tres de la mañana), no sé cuánto tiempo estuve, no sé si fueron diez segundos o me desmayé y estuve tres horas, se me pasó (también es correcto me se pasó) la vida por delante, se detuvo enfrente, vestida como se pintaba Frida Kahlo, yo a la vida me la imagino así vestida, con todos esos colores y esa única ceja, la vida es unicéjala, si Dios está representado por un solo ojo, por qué la vida no puede estar representada por una sola ceja, pues mi vida Kahlo se me paró delante y, viéndome en ese estado en el que me encontraba sumido, dando vueltas, tirabuzones, golpeándome las orejas con los protectores de la cabeza, sólo pudo pronunciar una palabra: patético, no la escuché debido a los gritos de chicas a mi alrededor, ya que los chicos no gritamos cuando subimos a este tipo de atracciones, porque los chicos somos hombres y ser hombre significa muchas cosas buenas pero, sobre todo, no gritar tan agudo como lo pudiera hacer tu madre, así que por culpa de los gritos de las chicas no pude escuchar a mi vida Kahlo decirme patético, pero sí leerle los labios y, aunque se me hizo difícil descifrar las sílabas té-ti, debido a su dentalidad y su poco bilabialismo, supuse que mi vida Kahlo me había dicho eso, quizá porque era lo único que podía decirme en ese momento.
La cuestión de la que yo quería hablarte es que el otro día, buscando fotos para relacionarlas con pinturas, me encontré con esta de aquí abajo, titulada Muerte de Inejiro Asanuma (1960).
Yasushi Nagao, el que apretó el gatillo y detuvo el instante, la vida y la muerte, ganó el Pullitzer por esta foto y fue el primer periodista japonés en ganarlo.La instantánea muestra el momento en el que Otoya Yamaguchi, un estudiante de diecisiete años, militante de la derecha japonesa, se dispone a clavarle una katana (o ya se la ha clavado) a Inejiro Asanuma, político socialista que estaba pronunciando un discurso.
La foto, terrorífica, no deja de ser grandiosa, no sólo por mostrar un instante totalmente impredecible sino por la poética de la imagen, la plasticidad.
La brutalidad alumbrada con un flash parece más terrible, una capa de barniz de terror.
La rabia concentrada en el estudiante, los ojos clavados en su objetivo, los dientes apretados, las piernas ligeramente flexionadas y esos pantalones manchados en las rodillas, manchas de un rezo que precede al pecado.
El miedo del asesinado. El título de la fotografía ya lo asesina. Las gafas a punto de caerse, se caerán porque es inevitable, porque en ese momento no importan las gafas, de hecho, poco importa en ese preciso momento. La soledad del asesinado. Con las manos por delante, como queriendo evitar un chorro de agua o parar un balón de playa en verano jugando con su hijo. Todo menos poder evitar la hoja de una espada.
El hombre con gafas, a la izquierda de la imagen, como intentando calmar la furia de un niño a quien le han pinchado la pelota nueva.
También a la izquierda, de espaldas y sólo visible un trozo de cuerpo, este hombre, el más cercano al objetivo, quizá otro fotógrafo o un cámara de televisión. Aunque yo quiero creer que en las manos sostiene una flauta y que en ese momento toca una extraña melodía traída de un lugar y un tiempo indeterminado. Había una vez una extraña melodía.
Pero, sobre todo, esa hoja de papel, que caerá al suelo lentamente, ajena a todo lo que está pasando a su alrededor. Esa hoja de papel que contenía un discurso inacabado, inútil. Esa hoja de papel que, pasado todo el suceso, alguien recogerá del escenario y leerá sin entender y preguntará a otra persona qué hacemos con esto y la otra persona contestará tírala, ya no sirve.
Aquí tienes el vídeo del asesinato.
Quizá es porque sabes que va a ocurrir algo de un momento a otro, pero desde el principio se puede percibir la tragedia.
lunes, junio 22, 2009
postperiodismo
Seguramente ya habrás visto esta noticia.
Un canal de la televisión boliviana llamado P.A.T. (acabo de ver en su programación que de lunes a viernes, a las 22:00, emiten un programa llamado No mentirás), tuvo, vamos a hablar claro, los santos cojones, de utilizar imágenes de la serie Perdidos para relacionarlas con el accidente/desaparición del vuelo 447 de Air France.
La imagen en cuestión es sólo una, un fotograma del momento en el que el avión (ficticio) se parte por la mitad.
Hay que escuchar la historieta que se inventa el redactor de la noticia. No tiene desperdicio. Escucha, por favor.
Pero el enfoque que le quería dar yo a este asunto, si es que puedo yo enfocar algo alguna vez, la senda del perdedor que yo mismo quería tomar, pasito a pasito, desoyendo las voces que me dicen sigue el camino de baldosas amarillas, en definitiva, de lo que quería hablar, de lo que quiero hablarte, es de la difuminada línea que separa la realidad de la ficción.
Un canal de la televisión boliviana llamado P.A.T. (acabo de ver en su programación que de lunes a viernes, a las 22:00, emiten un programa llamado No mentirás), tuvo, vamos a hablar claro, los santos cojones, de utilizar imágenes de la serie Perdidos para relacionarlas con el accidente/desaparición del vuelo 447 de Air France.
La imagen en cuestión es sólo una, un fotograma del momento en el que el avión (ficticio) se parte por la mitad.
Hay que escuchar la historieta que se inventa el redactor de la noticia. No tiene desperdicio. Escucha, por favor.
Pero el enfoque que le quería dar yo a este asunto, si es que puedo yo enfocar algo alguna vez, la senda del perdedor que yo mismo quería tomar, pasito a pasito, desoyendo las voces que me dicen sigue el camino de baldosas amarillas, en definitiva, de lo que quería hablar, de lo que quiero hablarte, es de la difuminada línea que separa la realidad de la ficción.
Cine o vida, personaje o persona, guión o destino.
La idea, si es que se le puede llamar así, me vino después de ver una foto del entierro (real) de la mujer de Liam Neeson, que murió hace unos meses después de sufrir un accidente esquiando.
Aunque el entusiasmo inicial se me pasó o se me diluyó un poco al ver en su blog que Agustín Fdez. Mallo se me había adelantado comentando la fotografía en cuestión.
La foto es esta, y alguien, yo mismo, podría pensar, gracias a su imagen tan cinematográfica, que forma parte del rodaje de una película. Pero no.
Aunque el entusiasmo inicial se me pasó o se me diluyó un poco al ver en su blog que Agustín Fdez. Mallo se me había adelantado comentando la fotografía en cuestión.
La foto es esta, y alguien, yo mismo, podría pensar, gracias a su imagen tan cinematográfica, que forma parte del rodaje de una película. Pero no.
La televisión boliviana, además de meterse en problemas y anunciar a los cuatro vientos la falta de profesionalidad de sus periodistas (la imagen llegó en un mail anónimo a la redacción y ni siquiera se molestaron en contrastarlo), abre una nueva vía en el periodismo actual.
Estamos hablando, en términos de A.F.Mallo, de postperiodismo.
Utilizar imágenes ficticias para mostrar una realidad pero no como ejemplo, sino como la muestra exacta de ésta. Es decir, la imagen-ficción se funde, mejor dicho, desaparece, y se convierte en imagen-realidad cuando ésta no existe o, al menos, no hay pruebas de ella.
No me he explicado pero me has entendido.
Siguiendo este ejemplo de la televisión boliviana podríamos decir que:
- tenemos las impactantes imágenes del hundimiento del Titanic.
- tenemos imágenes de Mozart de pequeño, de mayor, incluso se ha encontrado la cinta cinematográfica (obviaremos que hablamos del s.XVIII) donde se nos muestra a un Mozart moribundo, encamado, dictándole a Salieri su Requiem.
- tenemos escalofriantes imágenes de alienígenas atacando la Casa Blanca.
Y así, un dos tres, responda otra vez.
Todo esto me lleva a preguntarme:
¿soy una persona o un personaje?,
¿quién soy, el que pasea en calzoncillos por casa y masajea sus testículos mientras mira qué puede zampar de la nevera, o el que cede el asiento a una señora y responde no hay de qué?,
¿tengo que ir a este sitio o llamar a aquella persona porque quiero ir o quiero llamarla, o simplemente hay un guión que me lo indica?
si es así, ¿por qué no puedo pasar las páginas, unas cien o doscientas, para ver qué va a ser de mi vida de aquí a unos años?
La televisión y sus llamados programas basura que nadie vemos me han parecido siempre una fuente inagotable de enfrentamiento entre realidad y ficción.
Muchas veces te has dicho, viendo, por ejemplo, El Diario de Patricia: "esto son actores".
Y así te lo has dicho, utilizando esta frase: esto son actores.
No: creo que estas personas están actuando.
Sino: esto son actores.
Es decir, esto, esta porción de supuesta realidad, es ficticia, y el problema que pueda estar contando también lo es. Aunque también es real.
El sábado pasado, Coto Matamoros anunció en un programa de televisión que se suicidará antes de entrar en prisión (creo que el próximo 24, el miércoles).
Un juez lo envía a la cárcel por no pagar la manutención de sus hijos. Se ve que el Matamoros está arruinado y dice que sólo le quedan dos opciones, o fugarse o suicidarse.
En este caso tendríamos que saber qué es exactamente Coto Matamoros, si personaje o persona.
En el caso de tratarse de un personaje, simplemente mataría a su rol, llamémoslo así, y, por tanto, su persona (pero ya no el Coto Matamoros que todos conocemos) seguiría vivo.
En el caso de que el Matamoros sea una persona, si finalmente se cumplen con éxito sus previsiones (cosa poco probable: un suicida se suicida, no lo anuncia. Aunque ya se verá), acabará con la vida de su persona y, a la vez, del posible personaje que pudiera haber interpretado.
Es decir, a las malas, puestos a elegir, elige personaje.
Faltan dos días para el desenlace.
Siguiendo, y acabando ya (sí, Diego, acaba ya, si no vas a llegar a ningún puerto, acaba ya este suplicio) con el tema realidad-ficción, me vino también a la mente la muerte de David Carradine.
Se ha hablado de si era un juego sexual, suicidio, accidente, homicidio, blablabla.
Yo lo único que quiero saber es si su muerte estaba en el guión de la película que estaba rodando.
Es lo único que me interesa: cómo acababa el personaje interpretado por Carradine en esa película.
Y lo que más me interesa: cómo acaba el mío.
¿Sabes tú de alguna manera para pasar las páginas y leer lo que pasará más adelante?
¿Sabes, de hecho, dónde está escondido el maldito guión?
sábado, junio 20, 2009
algo que casi no existe
Vía yonkis me encontré con la sorpresa agradable de la semana.
Normalmente yonkis.com te ofrece vídeos de alguien vomitando, coches arrollados por trenes, gatos tocando el piano o chicas saltando sin sujetador. Cosas que todos necesitamos, exigimos, ver en algún momento del día.
El otro día me descubrieron un coro de niños y niñas de una escuela pública de Graniteville, Nueva York, llamado PS22 (Public School 22) Chorus.
Lo mejor, además de utilizar canciones más o menos actuales, es la pasión con la que cantan.
La pasión.
Cómo se consigue eso.
Casi no se ve ya, hoy en día, en nada.
Cómo se consigue transmitir algo que casi no existe.
Mira sus caras.
No sólo están cantando.
jueves, junio 18, 2009
calcetines subidos
Ya puedes votar en la nueva encuesta
En la foto grande, Lauren Phoenix con los calcetines subidos.
En las fotos pequeñas, justo después de leer este blog.
miércoles, junio 17, 2009
lamerme las botas
Si alguna vez me miro el EP3, aka El País de las tentaciones, aka el suplemento del viernes para quinceañeros de El País, es por los anuncios de te vi, chico busca chica y todos esos anuncios que se podrían resumir en: quiero follar.
Unos ejemplos del viernes pasado:
- Soltero, majo y educado, de 38 años, busca relación con chica que desee practicar fetichismo, sumisión y dominación. (Me pregunto cómo será la sumisión y la dominación practicada por alguien majo y educado. Perdona, si eres tan amable de arrodillarte y lamerme las botas, te lo agradecería enormemente. Cuando puedas, sí, tú cuando puedas, no tengo prisa. Gracias. Curiosidad tengo).
- Chico de 35 años, casado. Busco mujer para mezclar literatura, cine y sexo. Madrid. Deja teléfono. Soy muy discreto. (La única manera que se me ocurre, me se ocurre, de mezclar literatura, cine y sexo es follar mientras se mira una peli con subtítulos. Debe de ser un poco incómodo. Además, cuando acabas, si preguntas: ¿te ha gustado?, corres el riesgo que el otro te conteste: no ha estado mal, pero cuando van a buscar a la madre y la encuentran ahí, me ha dado un poco de pena. Ahora sí, el que hace de hijo mayor, lo borda).
En fin, que me entretengo con estas estupideces. Es una de las cosas buenas del no dar más de sí, que un anuncio por palabras se convierte en toda una aventura.
Pero de lo que yo quería hablarte es de un artículo que leí en ese EP3 del viernes pasado.
Con estupor y temblores leo que esta camiseta de aquí abajo está siendo el fenómeno de moda del año, así EP3.
Fina, fina.
Se ve, se be, que alguien, no me acuerdo bien, no lo tengo delante, pero se ve que alguien, un usuario de amazon, dejó un comentario del tipo esta camiseta tiene poderes, me la he puesto y se me han empezado a acercar mujeres.
Y, ¿qué hay más importante que eso, chicos?
Nada.
Repetid conmigo: nada.
Por supuesto, aparecieron más comentarios corroborando al dandy que abrió la caja de Pandora. Algunos desvariaron un poco más que otros pero todos se lo pasaron bien mientras duró. Y así hasta los más de mil (1.000) que tiene a día de hoy esta camiseta fina, fina.
Y ya está.
Tendría que relacionar esta noticia con algo, pero esto se acaba aquí.
Quizá la única conclusión a la que llego es que vivimos en un mundo con demasiado sentido del humor. Porque yo, esto de los comentarios, sólo lo relaciono con una palabra: juerga.
Aunque si lo quieres mirar por el dark side, también lo puedes hacer.
Pero entonces la palabra más adecuada sería otra: demencia.
Cómprate una si quieres.
lunes, junio 15, 2009
rozando el larguero
Lo mejor que le puede pasar a un músico es que metan una de sus canciones en una peli.
Y si la peli la van a ver miles de personas, mejor. Y si la van a ver millones, mucho mejor, mucho que mejor.
La cuestión es que ser músico hoy en día es una puta mierda, hablemos claro. Pero ser, por ejemplo, escritor, es mucho peor. Es una puta mierrrda. Has visto la diferencia, ¿no?
Y es que siendo músico, vendiendo lo tuyo, no mucho pero pudiendo salir adelante, te puede tocar la lotería del cine. Pero siendo escritor, a no ser que Oprah diga que tu libro está en su mesita de noche, lo tienes crudo.
Siendo músico, un director, o quien sea que se ocupe de esas cosas en el proceso de una peli, te llama, a ti, el músico, que estarías durmiendo, porque qué vas a hacer si eres músico, no vas a estar asfaltando calles, o llama a la compañía que te representa, y te dice:
músico de mierda, me gusta esta canción de este disco, ¿te interesa que la meta en mi peli, me das permiso, músico de mierda?
Y tú, o tu compañía, dormidos como estáis a estas horas de la tarde, estáis a punto de preguntar:
de qué va la peli, en qué escena, qué se yo, explícame algo, dires,
pero te lo piensas bien, cinco segundos es suficiente, y balbuceas:
sí, claro, métemela donde quieras.
Y el director te dice:
ok,
y cuelga el teléfono como sólo lo sabe colgar un director.
Al cabo de unos meses de rodaje y post-producción o lo que coño haga el mundo de la farándula, estos vividores del séptimo arte, te llega una invitación para el preestreno de una peli.
Twilight.
Qué mierda es esto, te preguntas a ti mismo.
Cariño, ¿no será esto el premio de aquello de los cereales?, le preguntas a tu mujer.
No, te responde tu mujer, creo que es la peli en la que metieron una canción tuya.
Con pocas ganas y sin afeitar vas al preestreno de la peli.
La peli es mala, muy mala, pero tienes que reconocer que el director ha tenido la decencia de no destrozar tu canción en una escena de mierda. Es más, crees que la ha utilizado en una buena y decisiva y romántica, la más romántica escena. Has sentido un poco de vergüenza cuando la escuchabas viendo esas imágenes rozando el larguero de lo cursi, pero al final has salido con la sensación de que lo único que se salvaba de la peli era la escena de tu canción y, sobre todo, y no porque fuera tuya, tu canción.
Al poco tiempo del estreno, un amigo te llama y te dice que hay un montón de vídeos de chicas versionando una de tus canciones, que qué coño pasa.
Tú le explicas la situación mientras enciendes un puro con un billete de cien dólares.
La canción de la que hablo, tu canción, les ha llegado a las churris que se mojan con el Pattinson.
La mayoría de versiones que he encontrado son de chicas, menores, a las que a duras penas les llegan los dedos en el traste.
La que aquí te dejo la canta bastante bien, un poco neo-soul-que-no-viene-a-cuento para mi gusto, pero bien.
Pero lo que más me ha gustado es todo lo que la rodea, mira la colcha, la cama, la luz de la lámpara, mira la pared sin un póster ni un cuadro, todo lo que me indica que está en la casa de vacaciones, aquella de la playa, o la de la montaña, por el atuendo, grabándose con el portátil.
Es lo que más me ha gustado: la soledad y el aburrimiento que transmite la habitación.
agujeros de chincheta
Ya llegan los chinos a la casa de enfrente,
sé que son ellos porque siempre andan gritando,
no saben hablar,
sé que son ellos porque siempre andan gritando,
no saben hablar,
los chinos,
mucho menos susurrar,
mucho menos susurrar,
¿has visto a algún chino susurrando al oído?
yo tampoco,
a un francés, sí, o te lo imaginas,
pero nunca a un chino,
ahora se han venido a vivir a la casa de enfrente,
más allá de la carretera,
está lejos pero los puedo ver y escuchar,
si entendiera su idioma podría decirte de lo que hablan,
de lo que chillan,
supongo que vienen de trabajar, a estas horas de la madrugada,
llegan todos juntos, he podido contar hasta diez,
más allá de la carretera,
está lejos pero los puedo ver y escuchar,
si entendiera su idioma podría decirte de lo que hablan,
de lo que chillan,
supongo que vienen de trabajar, a estas horas de la madrugada,
llegan todos juntos, he podido contar hasta diez,
antes ahí vivía una chica,
la habitación que ellos hacen servir de salita ahora
era la habitación de la chica entonces,
la habitación que ellos hacen servir de salita ahora
era la habitación de la chica entonces,
de la chica de ayer,
y yo nunca la vi cambiarse de ropa, ni saltar una canción en sujetador,
sólo la vi ahí, en silencio, de un lado a otro,
desapareciendo tras los marcos de la ventana,
apagando la luz,
y yo nunca la vi cambiarse de ropa, ni saltar una canción en sujetador,
sólo la vi ahí, en silencio, de un lado a otro,
desapareciendo tras los marcos de la ventana,
apagando la luz,
bajando la persiana,
pero ahora los chinos, que llegaron de un día para otro,
se agrupan allí, se mueven sin dirección ni objetivo,
al menos desde mi punto de vista,
se mueven sin sentido, los chinos,
gritan y se mueven sin sentido,
como si estuvieran pensando dónde esconder un cadáver,
el cadáver,
tú también has oído esas historias y no has dejado de ir a un restaurante chino,
somos así, amamos lo desconocido,
se agrupan allí, se mueven sin dirección ni objetivo,
al menos desde mi punto de vista,
se mueven sin sentido, los chinos,
gritan y se mueven sin sentido,
como si estuvieran pensando dónde esconder un cadáver,
el cadáver,
tú también has oído esas historias y no has dejado de ir a un restaurante chino,
somos así, amamos lo desconocido,
puedo ver botellas de Coca-cola sobre una mesa,
uno de ellos sentado en el borde de la cama,
en una habitación más allá,
sólo puedo ver medio cuerpo,
pero puedo asegurar que está mirando la tele,
nadie miraría así nunca otra cosa que no fuera la televisión,
uno de ellos sentado en el borde de la cama,
en una habitación más allá,
sólo puedo ver medio cuerpo,
pero puedo asegurar que está mirando la tele,
nadie miraría así nunca otra cosa que no fuera la televisión,
ahora una china en pijama dobla la ropa,
en el piso de abajo se oyen risas, que se cuelan hacia arriba
supongo que por una escalera interior,
a veces, mientras los miro haciendo su vida,
pienso en la chica que vivía antes ahí,
si sabrá quién vive ahora en la que fue su casa, su habitación,
¿dónde estará esa chica ahora?,
¿le importará que hayan colgado un cuadro donde antes ella tenía un corcho?,
ahora una china en pijama dobla la ropa
justo donde ella folló con aquel novio que tuvo,
justo donde ella lloró cuando la dejó,
justo donde ella se comió un yogur mientras miraba el facebook,
justo donde ella descubrió que la S del Bershka no es la misma que la del Zara,
en el piso de abajo se oyen risas, que se cuelan hacia arriba
supongo que por una escalera interior,
a veces, mientras los miro haciendo su vida,
pienso en la chica que vivía antes ahí,
si sabrá quién vive ahora en la que fue su casa, su habitación,
¿dónde estará esa chica ahora?,
¿le importará que hayan colgado un cuadro donde antes ella tenía un corcho?,
ahora una china en pijama dobla la ropa
justo donde ella folló con aquel novio que tuvo,
justo donde ella lloró cuando la dejó,
justo donde ella se comió un yogur mientras miraba el facebook,
justo donde ella descubrió que la S del Bershka no es la misma que la del Zara,
ahí es donde una china dobla la ropa,
justo donde la chica vivió parte de su vida,
justo donde la chica vivió parte de su vida,
en qué pensará la china mientras dobla la ropa,
a lo mejor piensa en quién vivía antes ahí
y qué tendría ahí colgado, donde ahora sólo hay agujeros de chincheta,
ojos oscuros, vigilantes del pasado,
a lo mejor piensa en quién vivía antes ahí
y qué tendría ahí colgado, donde ahora sólo hay agujeros de chincheta,
ojos oscuros, vigilantes del pasado,
¿habrá colgado ya el corcho la chica allí donde esté?
¿tendrá nuevas fotos en él,
entradas de aquella película con aquella persona tan especial,
post-it recordando una entrevista de trabajo?
entradas de aquella película con aquella persona tan especial,
post-it recordando una entrevista de trabajo?
la china sigue doblando ropa
y el chino sigue mirando la tele,
hay algunos que se habrán acostado,
el resto siguen merodeando por el piso,
y el chino sigue mirando la tele,
hay algunos que se habrán acostado,
el resto siguen merodeando por el piso,
sin dirección ni objetivo,
como esperando una llamada
de alguien que les diga
dónde esconder un cadáver,
el cadáver.
miércoles, junio 10, 2009
parroquia
Carlos Boyero dixit:
"Es una tomadura de pelo, una provocación barata (...)"
"(el director es) un auténtico tarado"
"...esto es basura, cámara en mano (...)"
"Todo es gratuito, es una estupidez que tendrá cierto éxito entre su parroquia pero que para cualquier espectador normal es para darle una ostia directamente".
domingo, junio 07, 2009
por lo bajini
Oye, ¿soy yo o esto del avión desaparecido ya me empieza a cansar un poco?
¿A ti no? ¿Tú estás bien? Si estás bien, seguimos, ¿eh? Yo lo decía por variar un poco de postura, pero si tú estás bien, por mí vale.
Al principio tenía algo de emoción.
Incluso, reconócelo, pudiste llegar a decir joder, qué suerte, desaparecer en el Atlántico...
¿Tú no lo dijiste? Yo sí. Y en voz alta y todo, que la gente del autobús se me quedó mirando y una señora incluso levantó la vista del Pronto y le dijo algo por lo bajini a la señora de enfrente. Creí leer en sus labios un poco disimulado pobrecico, así, en cursiva y todo.
Pues, lo que te decía, la noticia está bien hasta que te produce un bostezo como el que producirá ahora mismo cuando abra el informativo de las tal.
Que ahora se ve que han encontrado cuerpos, dos cuerpos flotando en la zona en cuestión, pero que tienen que comprobar que sean pasajeros de ese vuelo.
??????????????????????
A ver.
Yo, listo, listo, lo que se dice listo, no soy. Tú, anónimo que me conoces, ya lo sabes. Y tú que no me conoces, ya te lo digo yo, que listo no soy. Pero si hay dos cuerpos flotando en el océano, en el océano, no estamos hablando de la balsa del tío Pedro ni en la piscina municipal, en el océano, flotando, dos cuerpos, ahí, flotando, boca abajo, es decir, muertos, hinchados, en el océano, en la zona donde desapareció un avión hace una semana, dos cuerpos, ahí, flotando, en el océano, yo listo no soy, te lo puedo estar repitiendo las veces que haga falta, pero si a mí mi hijo un día me viene y me dice papa, he visto dos cuerpos flotando en el océano, justo donde desapareció un avión el otro día, si a mí me viene mi hijo y me dice eso, yo, no siendo muy listo, ni ahora ni nunca, sin ser muy listo, un tipejo gris como soy, a mí mi hijo me dice eso y, así tonto como soy, le diría a ver si van a ser los del accidente, algo así me saldría si mi hijo me viene y me dice lo de los cuerpos, y fíjate que incluso yo, así como soy, llegaría a unas conclusiones propias de una persona humana, limitada pero humana al fin y al cabo, por eso, en este caso en el que nos hallamos, con dos cuerpos flotando en el océano, mi pregunta es la siguiente:
¿para qué tanta confirmación?,
que los titulares no me digan:
ahora se espera que se confirme que los dos cuerpos hallados sean de tripulantes del vuelo desaparecido,
sino:
ahora se espera saber la identidad de los cuerpos hallados flotando en el océano en el lugar donde el avión blablabla, para la repatriación, blablabla.
Un poco más de concreción quiero. A la mierda los protocolos, ostia ya.
Quién coño van a ser esos dos, ¿Don Quijote y Sancho?
Propongo una cosa, en serio: hasta que no se resuelva el caso, que no me vuelvan a salir en las noticias. ¿Qué me dices, Gabilondo, lo compras o no?
Y si no se resuelve, pues nada, aquí no pasó nada (como el caso Madeleine, quién se acuerda de esa niña hoy, ¡ni sus padres, joder!, y todo un verano y parte del otro con la mirada clavada que la tuvimos, incluso sintiéndonos culpables por su desaparición, por ser tan perversos como somos los humanos, y ahora mira, con el triplete y la vuelta de Florentino, a ver quién se acuerda de la niña.)
Pero este goteo de mierda, porque no se le puede llamar de otra manera que goteo de mierda de noticias mierdosas que no avanzan nada, nada de nada: que si se ha encontrado un asiento de un avión flotando en el océano, ay, pero que no es del avión desaparecido,
¿cómo?, ¿qué es esto, el océano Atlántico o un puto desguace?, ¿qué quiere decir que ese asiento no es del avión desaparecido?, nunca voy a entender ese episodio, y ha pasado sin pena ni gloria, y aquí nadie dice nada,
uno: no, no, tranquilos, que el asiento de avión encontrado no pertenece al avión de Air France,
otro: ah, bueno, ya me quedo más tranquilo.
Que se callen ya. Eso es lo que quiero.
Si no vamos a sacar nada en claro es mejor decirlo a la primera.
Si somos una pandilla de inútiles también es mejor decirlo a la primera, la gente incluso te puede llegar a coger cariño si eres así de sincero. Mira yo. ¿Quién me iba a decir que tendría quince seguidores en el blog?
Y si alguien la cagó, o la hemos cagado todos, también es bueno decirlo cuanto antes, para que alguien nos cambie el pañal. Olvídate del orgullo. El orgullo lo inventó Hollywood.
Lo único que quería decir con toda esta mierda que he escrito y que me ha hecho perder un tiempo valioso, es que no quiero saber nada más del avión desaparecido hasta que realmente se sepa algo.
Que se callen ya.
viernes, junio 05, 2009
un tigre blanco
¿Qué hacemos, tía, nos vamos o qué?
Espera, tía, que han dicho que iban a traer ganchitos, jo
El País, en exclusiva, todo lo que hace El País es en exclusiva o me lo parece a mí, esto era una pregunta pero no tengo ganas de poner signos de interrogación ahora, ahora no, pues El País ha sacado a la luz solar de este junio tan nuestro las fotografías de una de las fiestas que se monta el Berlusconi.
Siempre que hay tanto revuelo con alguna noticia acaba pasando lo mismo.
A ver. Vamos a analizar detalladamente lo que se nos está vendiendo.
Fotos comprometidas del Berlusconi. (?)
Fotos comprometidas de Berlusconi serían aquellas en las que saliera haciendo algo útil, trabajando, por ejemplo, pero esto que me sacáis, no, ElPaís, esto que me sacáis ni es comprometido ni es nada.
Pero si veo fotos más comprometidas en el Lecturas de agosto cuando a algún famoso se le queda el bañador metido. Eso sí que es comprometido. O ese tuactorfavorito sonándose los mocos en la playa cual Dani Alves. Pero esta mierda que me traes, ElPaís, esto te lo puedes quedar en la redacción y colgarlo en el corcho, a mí no me hagas perder el tiempo con esta mierda de fotos. Pero si te vas al Razz y empiezas a hacer fotos al azar a las cuatro de la mañana y te salen cien fotos más comprometidas que éstas. Y no me vengas que es que las chicas llegaron con aviones oficiales y claro, blablablá, a quién le importa cómo llegan unas prostitutas a tu casa, a quién le importa si llegaron en avión, barco, taxi o tronco-móvil, a quién. A nadie. Lo que quiero ver yo, y tú, y todos, cuando se nos habla de fotos comprometidas, es algo más que a un viejo verde empalmado que ni siquiera sabemos quién es. Quítale el puto difuminado de la cara, joder, entonces empezaría a ser comprometida. Pero así no, ostia. Así podrían ser doscientos mil hombres. Puedes ver a cincuenta hombres al día por la calle y decir: ostia, este podría ser el de la fiesta del Berlusconi. ¿Sí o no? Además, lo que me sugiere esa foto son millones de cosas excepto una fiesta.
Yo no voy a muchas fiestas, por no decir a ninguna, pero si a mí me dices: oye, Diego, vente, que habrá viejos empalmados y chicas con abrigos rojos, yo te contestaré, eerr tengo que hacer deberes y luego ir a comprar Colacao, que queda poco.
Mira la primera foto de aquí abajo.
El título es algo así como Dos de los invitados a la fiesta.
El País siempre tan correcto.
Aunque el título bien podría ser:
Un hombre se excita mientras observa el cadáver de una mujer.
O bien este otro:
Un hombre le grita a una mujer algo que el fotógrafo no puede oír.
O bien:
Un hombre le canta una saeta a una mujer para que ésta duerma bien la siesta. Al hombre siempre le han excitado las saetas.
O bien:
Una mujer tumbada le ordena a un hombre que recoja la ropa y la doble. Al hombre le excitan las órdenes.
En fin. Que nos venden una fiesta donde podría estar sucediendo algo diferente.
Que no nos embauquen.
Esa ropa me la recoges y me la doblas. Y quítate ya el puto reloj, joder.
Luego otra cosa: ¿dónde están los enanos? Yo he venido aquí y he pagado mi entrada para ver a los enanos. En el cartel salían enanos y tiburones y un tigre blanco.
Putas veo cada día, pero enanos no, joder. Porque supongo que irían disfrazados, ¿no?
La cuestión a la que llego es a la siguiente:
Las fotos posteriores a un titular jugoso siempre defraudan.
Está claro que el meollo de la fiesta estaría dentro de la casucha.
¡Y es eso lo que todos queríamos ver! No esta mierda.
Yo quería ver fotos que no pudieran salir publicadas en El País.
Porque me dicen que es Berlusconi, pero si me dijeran que es la fiesta de cumpleaños de José Luís Moreno, me lo creía también.
Yo quería ver algo desfasado, sinceramente. Pero estas fotos me han aburrido y me han indignado.
Indignado es la palabra.
Yo quería ver sexo, pero hay más sexo en un videoclip de Hanna Montana que aquí.
Yo quería ver drogas, pero hay más drogas en un videoclip de Hanna Montana que aquí.
Yo quería ver locura, pero hay más locura en un videoclip de Hanna Montana que aquí.
Así que así estoy.
Indignado es la palabra.
Let's go party!
Orgía
Desfase
martes, junio 02, 2009
venas pulmonares
Ya puedes votar en la nueva encuesta.
uno: ¿era necesaria esta fotografía?
yo: no sé, se lo he visto hacer al lector malherido.
uno: ¿era necesaria, digo?
yo: es que este blog no tira, cada día tengo menos visitas, este mes he tenido diez mil menos.
uno: oye, que esto lo mira tu padre y gente con estudios, ¿lo sabías? Y a ti no se te ocurre otra cosa que poner una foto de una tía enseñando el culo. Crees que así este blog va a salir adelante, ¿no?
yo: no lo sé, pruebo a ver. Ojalá pudiera entrar en el corazoncito de miles de lectores, por la noche, mientras duermen, y pasearme por allí, por sus aurículas, por sus ventrículos, por sus arterias y por sus venas, y así, de puntillas, ir dejando flyers de mi blog pegados en las rojas paredes, haciendo barquitos de papel con ellos y dejándolos navegar por las venas pulmonares, viendo cómo se alejan mis flyers y se pierden en la oscuridad interior del cuerpo humano, ay, si yo pudiera entrar en los corazoncitos de miles de lectores.
uno: tú no estás bien. Precisamente, si quieres lectores, escribe, no pongas fotos de tías en bragas. Céntrate. ¿De qué va este blog?
yo: por cierto, ¿ya has votado?
uno: olvídame, no voy a votar estas mierdas de encuestas que haces.
yo: vota, anda, qué te cuesta.
uno: que me olvides.
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