Un grupo de fotógrafos y cámaras de televisión quieren o necesitan o desean o añoran o intentan o juegan (a) captar la imagen de tierra sobre los hombros o la de uñas rotas, tan propias de los enterrados vivos.
Pero nada de eso llegará al objetivo de sus cámaras.
A cambio, a la mujer le traducirán sus libros (dice que escribió durante la reclusión subterránea) a todos los idiomas.
Incluso a los usados por gente que nunca sabrá leer.
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