Curioso y entrañable.
Rodado con más pasión que técnica. Pero, quién soy yo para decir eso.
No sé quién soy yo para decir eso pero los testimonios de Miqui Puig y de Iván Sabotaje parecen sacados de un búnker. A finales de los ochenta. En Serbia.
Luz. Ostia.
Me ha faltado luz por momentos.
Qué bendición cuando aparece el Kiko y esa luz por la espalda iluminando su estantería de vinilos.
(Estoy viendo la repetición de la final de la NBA y Garnett se acaba de caer encima del hijo de Jack Nicholson.)
En fin, un entretenimiento por si no tienes nada que hacer este sábado.
P.D.: Atención al 16:10 = compas dís
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