sábado, enero 21, 2012

como de otro mundo

El estreno de una película de David Fincher es más noticia por los títulos de crédito que por la peli en sí. Al menos yo sólo quiero ver, sólo me interesan, los títulos de crédito de Fincher.
Hace unas semanas se estrenó (había escrito llegaba a las pantallas, para no repetir estreno, herencia de los cursos de escritura, siempre puliéndolo todo) la primera parte de la serie Millenium, y sus títulos de crédito hicieron desabrocharse el pantalón a más de uno y de una.
Llegué a leer que eran eternos. Creo que fue el director Rodrigo Cortés en Twitter. Quizá me equivoco.
La verdad es que no están mal (no están mal, digo. El otro día vi el inicio de Yo soy la Juani, sus títulos de crédito, y pensé en Fincher).
Joder, qué voy a decir, son una puta obra maestra, una maravilla como de otro mundo. Qué mente produce estas imágenes. Hay muchas influencias que no puedo reconocer porque no las conozco pero también porque hay algo nuevo en ellas. Algo nuevo, mierda, cuántas veces puedes decir esto tratándose de arte.
Y luego está la revisión de Inmigrant song de Led Zeppelin pasada por el manto tenebroso de Trent Reznor. Entonces ya apaga y vámonos.
(Mientras escribo esto, ahora mismo, el nuevo anuncio de Estrella en la tele. Sabes de qué te estoy hablando. De esa sensación, de esa empatía con los asesinos de masas. Sabes de qué te estoy hablando.)

Aquí te lo dejo.



Luego están estos otros que también me gustan de él.
Siempre esa oscuridad interior, el desasosiego que transmiten.
Los de Seven sí que son eternos.






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