lunes, enero 12, 2009

lo blanco de las uñas


Había un texto colgado de un corcho en el colegio donde estudié BUP. 
El texto era algo así como para subir la autoestima o para que no te suicidaras imitando a tu ídolo de entonces que se acababa de disparar con una escopeta. 
No sé por qué me acordé el otro día de ese texto, mientras iba en el autobús, no sé por qué me acordé de aquellos días de BUP en los que aquel texto colgó ahí, en ese corcho donde sólo se colgaban estupideces o anuncios de misa. 
La verdad es que en aquel momento me gustó, estuve a punto de arrancarlo y llevármelo pero quizá fue la pereza adolescente, esa que nunca me ha abandonado, la que me hizo ni levantar las manos ni desclavar la chincheta ni nada, sólo leía yo el texto cada vez que pasaba por el pasillo donde estaba el corcho. 
No recuerdo exactamente palabra por palabra lo que decía. La idea era hacernos creer que todos somos importantes, esa era la idea principal, que sin uno de nosotros todo sería diferente, que todos somos necesarios. 
Mentiras. 
Los curas, pocas verdades. 
Pero la idea, en aquel momento del desarrollo de la estupidez que va de los quince a los diecisiete, dependiendo de cada persona y su entorno, la idea, digo, me pareció, digámoslo así, bonita. 
El texto consistía en una parrafada de libro de autoayuda en el que se te decía todo eso de la importancia, de tu importancia. Y jugaba con el hecho de no usar una letra, por ejemplo, la "r", así que el texto estaba escrito sin erres, dejando éstas un vacío chocante entonces, absurdo ahora, con los años. 
Te lo puedes imaginar, más o menos. 
La conclusión final (ya que no hay conclusión inicial) era que en ese texto, como bien habías podido ver, faltaba la "r", es decir, faltabas tú, yo, él, faltaba quien fuese la "r". 
Ahora bien, ¿era yo una "r"? ¿Cómo lo podía saber? 
¿Eres tú una "r"?
¿Qué letra crees que eres? O quizá has sido varias letras durante tu vida.
¿Si naces "r" mueres "r"?
¿Y si eres la "x"? ¿Cuándo apareces en escena, cuándo se te llamará para ir a cenar, alguien te llevará al baile de fin de curso, qué hace una letra como tú en un sitio como éste? 
Una "x" puede ser curiosa, sí, pero ¿dónde la pones?
En cambio si eres una "a". 
Una "a" nunca molesta y, si molesta, la puedes meter dentro de una carcajada, de un grito de espanto, de dolor o de orgasmo y así hacer que se sienta útil. 
Una "a" siempre es útil. 
Pero, ¿qué ha hecho la "a" para ser "a" y qué ha hecho la "x" para ser "x"? 
Si una "x" se propone ser una "a", ¿podrá lograrlo algún día?
¿Por qué ya sabemos que una persona es una "a" o una "x" simplemente viéndola a lo lejos, sus movimientos, la forma de quitarse las gafas o de subir unas escaleras?

Todos llevamos una letra dentro, 
cada uno de nosotros nace con una letra asignada, 
quizá allá en la nuca 
como aquellos tres seises de aquel niño, 
quizá allá en el cuello 
al lado de esa peca, 
quizá en lo blanco de las uñas. 
Y quizá tengamos que aprender a ser otra, 
aunque nos duela, 
aunque nos cueste, porque, 
a veces, 
no hay más remedio.

Pero, 
de todas formas, 
lo importante no es la letra que somos 
sino encontrar el texto en el que seamos la más útil.

No sé por qué recordé el otro día, 
mientras iba en autobús, 
ese texto que leí hace años.

2 comentarios:

houdini dijo...

(houdini, mirándose las uñas, pensando en Laura Palmer, y pensando también en esa idea de reconomiento que sugiere la buena de Judith [Butler, claro]. Quizá nosotros somos ilegibles para nosotros mismos. Quizá no es tanto encontrar un texto, sino un lector que nos confirme nuestro deseo de pertenecer, de funcionar, ser legibles, incluso cuando somos de otros alfabetos - muertos, inventados, desfigurados)

gran texto, Diego, cada día te quiero leer más :-)

Pol dijo...

Esto que has escrito, Diego, me parece de una finura extrema. Mis más sinceras felicitaciones.

Que te hayas acordado de Laurita al leer esto, Hou, demuestra algo que es sabido por todos: que a ti no te gusta el cine (sería tele, en este caso, pero no, cine, que con Twin Peaks no hay diferencia entre una cosa y la otra), que tienes muy poco bagaje, que te queda mucho por aprender, ya sabes.