El otro día nos vino un tipejo a clase para hablar del Soundpainting.
El otro día: cuando hablamos, cuando utilizamos el otro día, un día, hace unos días, hace un tiempo, etc., queremos dar a entender al lector que no recordamos el día exacto en el que sucedió lo narrado y, en el supuesto caso de recordarlo, éste no tendría la más mínima importancia en la historia contada, como en el caso que nos concierne hoy, ya que me es y te es y nos es indiferente el día en cuestión, así que podríamos decir el pasado viernes, preguntarás, sí, te responderé yo, podríamos decir el pasado viernes, pero diremos el otro día, porque decir el pasado viernes, además de no servir para nada en la historia, en la frase, distrae la atención del lector, ya distraído de por sí con el tube8 abierto en otra pestaña, la mente del lector se me distrae si le pongo, si le empiezo la frase con el otro viernes, porque, para lo único que sirve un inicio así es para distraer, para hacerle recordar al lector qué pasó, qué hacía él el pasado viernes, y como no me interesa tener a lectores distraídos leyendo tanta prosa poética como la que soy capaz de escribir, por eso utilizaremos el otro día, ya que concierne a cualquier día y nos concierne a todos por igual.
nos vino: significa que, cuando llegó, no éramos uno solo, sino que ante él habíanse sentadas unas cuantas personas, el número no importa pero concretaré con veintisiete, que es un número que no puedes decir que sean muchas ni pocas personas, cuántos somos, somos veintisiete, no somos muchos, ni pocos, está bien, veintisiete.
un tipejo: nos referiremos a alguien denominándolo tipejo cuando sea un joven menor de cuarenta años, jersey, tejanos y zapatos despreocupados, un tipejo deberá transmitir mucha más admiración al acabar la charla o exposición o demostración o lo que haya venido a hacer en este mundo, que justo antes de empezar dicha misión, sólo llamaremos a alguien tipejo cuando seamos conscientes de que es más inteligente de lo que pensábamos a priori, así, la palabra tipejo, pese al sufijo claramente despectivo, no hará otra cosa que significar admiración.
a clase: lugar donde vino el tipejo y donde estábamos sentados los veintisiete personajes secundarios de la frase, es posible imaginarse esa clase de diferentes maneras pero sólo habrá una que será la correcta, ya que el acto sólo sucedió en una clase, pero dado que la lectura de esta frase, de este blog, la realizan millones de personas, el concepto de clase tendrá millones de imágenes diferentes ¡y válidas!, así que de nada serviría que dijera que la clase tiene una pizarra, un piano a la izquierda según se entra, unos bancos de madera y paredes insonorizadas.
para hablar: la misión del tipejo era ésta, y eso fue lo que hizo, hablarnos, explicarnos, mostrarnos lo que quería mostrar con su desparpajo de tipejo, y dejarnos a todos, hablo por mí, expuestos a una ilusión hasta ahora desconocida, hasta estas alturas de la carrera, desconocida.
del Soundpainting: ¿tú conocías esta palabra?, yo no, ahora sí, y se lo tendría que agradecer al tipejo, del cual ni nos despedimos, hablo por mí, sólo aplaudimos, como se aplaude en todos los sitios hoy en día siempre que alguien acaba de hablar, la gente ya aplaude incluso a la megafonía de un centro comercial cuando avisa del tiempo que falta para cerrar, no hay nada como acabar una frase, a ser posible gritando, para que la gente aplauda, como también aplaude el público de Sálvame siempre que la Esteban acaba una frase, qué significa el aplauso, hoy en día, nada significa, el aplauso significa dos cosas: 1. nada o 2. cosas que no tendría que significar, por ejemplo, tedio, hoy en día, casi todas las veces que se produce, un aplauso significa aburrimiento o ganas de ir al lavabo o ganas de irse porque tienes el coche en zona azul o porque empieza la gala de Gran Hermano, hoy en día un aplauso no significa más que todo lo contrario de lo que significó en el principio, en el principio de los tiempos, quizá el primer aplauso le sobrevino así, de sorpresa, al primer homínido que contempló cómo su compañero conseguía hacer fuego, y ese gesto, ese picar de manos de alegría, de salvación, de gratitud, de admiración, ese picar de manos hoy se ha convertido en todo lo contrario, hoy se ha convertido en indiferencia, en hastío, en ganas de irse a casa ya, alguien que aplaude es alguien que tiene ganas de irse a casa ya, el aplauso sólo será auténtico cuando alguien lo realice sin ser consciente de que está aplaudiendo, es decir, el aplauso será siempre un acto inconsciente o no será, así que le tendría que agradecer de alguna manera al tipejo que nos vino a clase para hablarnos del Soundpainting, decirle que desconocía por completo esto que nos, me explicó y me ha parecido tan extraordinario, en el sentido más amplio de la palabra, no sólo en su significado literal, que he estado a punto de levantarme y aplaudir cada dos minutos durante toda la explicación, gritar ¡viva!, o ¡aleluya!, como hacían los de La orquesta de la muerte, pero no lo he hecho debido al escaso significado del acto de aplaudir, así que me mostré impasible durante la sesión, siendo mi gesto, la impasibilidad, el más alto reconocimiento a su explicación y, por extensión, a toda la música del siglo veinte, la gran incomprendida de todas las épocas.
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