Mira los días que hacía que no escribía y lo primero que te digo, que te suelto, es esto: me gusta Haneke. Y todavía no he visto su última peli, si es eso lo que ibas a preguntarme. Qué raro se me hizo el blanco y negro cuando vi por primera vez unos fotogramas de La cinta blanca. Qué raro el Haneke hablando del pasado, si él siempre habla del presente y del futuro, todos ellos imperfectos. Todavía no la he visto, ya la veré, tampoco hay que impacientarse con estas cosas, eso era antes, hace sólo cinco años podía impacientarme con estas tonterías, ahora no, ahora la cinta transportadora sigue deslizándose bajo mis pies pero yo no hago ni el ademán de adelantar por la izquierda. El codo y el antebrazo apoyados en la goma, en la baranda, se diría, notando cómo los demás me adelantan y no sintiendo más que indiferencia.
Hace años bajábame yo en Fontana para ir a los Verdi y veía a toda esa gente caminar delante, a mi lado, hacia el mismo lugar, pensaba yo, me los imaginaba a todos llegando antes que yo y agotando las entradas, ese era mi principal temor en la vida: que el otro me cogiera el sitio.
Hoy ya ni me acerco a los cines. Y si me acerco es por culpa de autores como Haneke. Es el Michael el que me pone los calcetines y las zapatillas y me indica el camino al cine más cercano. Pocos autores quedan ya como el Michael, capaz de tener la paciencia de, incluso, atarme los cordones y peinarme las cejas con saliva antes de salir de casa. Hay que estar siempre presentable para la desgracia, para el accidente, en fin, para la vida. Me diría. Y después se me quedaría mirando así:
Durante cuatro horas.
Hace unos días me compré un libro (¡qué novedad, pesado de mierda!, pensarás) sobre el cine de (o el mundo según) Haneke.
Muy recomendable.
Ahí te he dejado el enlace al blog del autor. Un blog que acabo de descubrir ahora mismo y me ha parecido también, por cierto, más que recomendable.
3 comentarios:
Ya sabia que te gustaba Haneke,te pega.
Un abrazo mon ami
La cinta blanca. Cuando sea, no impaciencia mediante, échale un ojo. Asegúrate de echárselo bien, sí, pues merece la pena.
Laurent:
No sé si es un halago que me pegue Haneke.
¡Un abrazo!
Pol:
Tengo ganas, sí. Todo lo que leo o escucho sobre esta película no hace más que provocarme una salivación fuera de lo normal.
¡Un abrazo!
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