sábado, mayo 01, 2010

campanas de bronce

El otro día fui a Barcelona para finiquitar el tema de las camisetas.
He encontrado el sitio donde las hacen como había imaginado.
Tampoco he buscado mucho ni he comparado precios.
Es la suerte de los que tenemos tanto dinero, que no comparamos.
Para qué.
La cuestión es que, aun con la cantidad de dinero que tengo disponible para gastar en este pasatiempo onanista, como te dije, quiero hacer camisetas personalizadas en lo que a talla y color se refiere (nada del nombre y número detrás, à lo garrulo).
Por eso, ahora que la imprenta está caliente y el chico que se encarga de todo ha dado el visto bueno, necesito, más que nunca: tallas, colores y dirección de envío o lugar de recogida.
Así, y siento ser tan pesado pero la vida es así, no la he inventado yo, si quieres una camiseta y no me lo dijiste en su momento, todavía estás a tiempo enviándome un correo a

dcruzserrano@gmail.com

con los siguientes datos:
talla,
color (aproximado, quiero decir que si te encanta el magenta con reflejos grises, no sé yo) y
lugar de envío o, si lo prefieres, encuentro face to face con el autor de este blog que te regocija, del que siempre esperas más pero siempre te da menos.
Un dato importante para las chicas (los chicos en este sentido, y en muchos más, no tenemos problemas: si estás gordo, una XL; si estás delgado pero puede que engordes, una L; si estás delgado y lo único que haces es adelgazar por mucho que comas (cabrón), una M): las tallas de American Apparel son una mica especials, un poco cabronas.
Qué quieres decir, Diego, explícate porque me tengo que ir al cine y no quiero perder más tiempo con esta entrada que ya dura demasiado.
Quiero decir que quizá una S no es una S, quizá una S es más pequeña que una S as we know it, que quizá tú tienes un cuerpo S pero tendrás que rendirte ante American Apparel y decir: está bien, para ti soy M. You know what I mean.
Y lo mismo con el resto de tallas. Tienden a ser más pequeñas que la talla que marcan.
No sé, lo digo porque (y siento la grosería que viene ahora, mama), cuando veas el diseño de la camiseta voy a oír el sonido de tus cojones caer al suelo aunque estés a quinientos km de distancia. Dos campanas de bronce de mil kilos cayendo desde el campanario a la plaza del pueblo en plena madrugada.
Lo digo por eso.
Y a ti, mujer, te digo lo mismo.

Me voy a comer.

2 comentarios:

Maria dijo...

Ay me pido una! azulito claro o verde! M! face to face bro! que voy en junio!

Pero no sin antes cantarte


CUMPLEAÑOS FELIIIIZZZ!

TSI-NA-PAH dijo...

Hoy me daba una vuelta por la Barceloneta!
Por cierto don't forget my T-shirt!!
Un abrazo