Imagínate, qué vergüenza, irte a dormir, imagínate que un familiar muerto viene a verte, a ti, expresamente, yo estaría toda la noche hablando con él, imagínate que me voy a dormir a las pocas horas de él haber llegado, qué pensaría de mí, por eso permanecería despierto, acaso no tendría preguntas que hacerle, además, acaso él necesitaría irse a dormir, descansar más, imagínate que viene a verte y te encuentra durmiendo y, por no despertarte, se va, no sin antes dejarte una nota en la mesita de noche, imagínate qué vergüenza, al despertarte, haber estado durmiendo, y ese familiar que vino a verte, a ti, expresamente, ha tenido que buscar un boli y un trozo de papel a tientas, en una casa desconocida, en tu casa, para él desconocida, imagínate que el boli que eligió no tenía tinta, y al no encender la luz no supo que no estaba escribiendo nada, el familiar dejaría la nota en tu mesita de noche y, antes de marcharse de nuevo, te acariciaría la cara tan suavemente que pensarías que forma parte del sueño, imagínate, ese familiar saliendo de tu habitación, caminando por el pasillo hasta la puerta de entrada, abriendo y cerrando sigilosamente, para no molestar, como siempre hizo en vida, para no molestar, y tú durmiendo no has podido hablar con él, por supuesto no te habría importado que te hubiera despertado, claro que no, pero ahora sólo te queda una nota en la mesita de noche como recuerdo de su visita, una nota en la que no hay nada escrito, aunque puedes observar, ya por la mañana, la marca de una caligrafía antigua y elegante, intentas descifrar lo que dice aquella nota, moviéndola, intentando que la luz la ilumine desde diferentes ángulos, pero te es imposible leer nada, luego piensas que aquel trozo de papel que descansaba en tu mesita estuvo debajo de la nota original, de ahí las marcas prensadas, y entonces buscas por toda tu casa una nota que no existe, y podrías estar unos minutos buscando aquella nota que supones debe existir pero, en cambio, te pasas toda la vida buscando aquella nota, imagínate, si hubieras estado despierto cuando aquel familiar vino a verte, a ti, expresamente, lo diferente que habría sido tu vida.
2 comentarios:
muy buena diego
Digno de ser plagiado
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