lunes, agosto 30, 2010

cuándo vuelve la gente de los sitios

Me voy unos días de relax (sí, otra vez) al pueblo que me vio aprender a nadar.
Estaré una semana, más o menos, el sábado o el domingo ya volveremos. Lo digo porque seguro que te interesa saberlo, a mí al menos es una de las cosas que más me interesa saber: cuándo vuelve la gente de los sitios.
Me llevaré una munición de libros y películas.
Entre los libros, uno que me empecé ayer y ya puedo asegurarte que es una de las joyas de este año: Tiempo de vida, de Marcos Giralt Torrente. Una delicia.

Y entre las pelis, un documental, EL documental, sobre el Holocausto.
Shoah ("masacre", en hebreo).
Nueve horas, cinco discos.
Miedo me da.

help me, glory box

Original: Ike's rap II (Help me love) - Isaac Hayes [Black Moses] 1971
Sample: Glory box - Portishead [Dummy] 1994



it's all over now, baby jack-ass

Original: It's all over now, baby blue (Bob Dylan) - Them [Them again] 1966
Sample: Jack-ass - Beck [Odelay] 1997



desnudas de letra

Empiezo aquí una nueva, novísima, sección, algo innovador, lo nunca visto, empiezo aquí otra nueva sección, y ya van, que lleva por título Sample, algo innovador, dije, ya te imaginas, conociendo como conoces este blog.
Se tratará de ir descubriendo a artistas a través de samples de sus canciones que han sido utilizados en otras, claro, en otras canciones.

Pondré primero la canción original y luego la canción que utiliza el sample.

La foto siempre será del disco o del artista que compuso la canción original. Esto no será ninguna forma de desprecio hacia el artista que samplea, ni mucho menos. Es algo más relacionado con la pereza. Mi pereza, quiero decir.

Las entradas bajo la etiqueta Sample irán desnudas de letra.

Sólo dos canciones.
Frente a frente.

Original: Consider me - Jennifer Lara [Studio One. Women] 2005
Sample: Ni de ellos ni de ellas - Toteking [Un tipo cualquiera] 2006


domingo, agosto 29, 2010

pero lo pienso yo

Este texto lo escribe Javier Marías pero lo pienso yo, y quizá tú también.
Qué bueno, y cómodo, es tener cerca a gente que sabe escribir, que sabe escribirte.

Me estallará la cara

Javier Marías, El País, hoy

Uno de los mayores inconvenientes de cumplir años, que rara vez se menciona, es la creciente vergüenza que uno va pasando. Le cabe siempre la duda de si la culpa es suya, por no saber adaptarse a los nuevos usos y tiempos, o si lo es de éstos, es decir, si los que le ha tocado vivir en su edad madura son particularmente grotescos y zafios. En modo alguno descarto la primera posibilidad, pero, sea como sea, me voy dando cuenta de que cada vez soporto menos ver la televisión y leer la prensa, lo cual es grave para quien, por mor de estos artículos (ya ven qué antiguo: ¿quién emplea hoy esa expresión? Y aún es más, ¿cuántos la entienden?), no tiene más remedio que estar al tanto de lo que ocurre. La televisión y la prensa carecen de culpa, claro está, sólo son los mensajeros; o, bueno, quizá sí tienen alguna, en la medida en que indefectiblemente dan cancha y se ocupan de todas las sandeces imaginables. A menudo me pregunto cómo es que sus responsables no se plantan nunca ante la enésima iniciativa idiota -concebidas casi todas precisamente para conseguir "eco mediático"- y dicen: "Esto es una majadería y no tiene cabida como noticia; es más, es una trampa que se nos tiende, no caigamos en ella: nos ahorraremos unas cuantas si sus fautores comprueban que no siempre bailamos a su son ni les hacemos caso". (Ya sé, ya sé: "fautores".)

Lo cierto es que, con o sin trampa, cada vez padezco más vergüenza, y, al paso que vamos, no quiero ni imaginar mi grado de sonrojo si vivo otros veinticinco o más años. Huelga hablar de la que me provocan nuestros políticos, en quienes no se sabe qué admirar más, si las memeces y desfachateces que la mayoría suelta de continuo o el lenguaje estropajoso, casi inarticulado, que emplea para soltarlas. Esa vergüenza ya se da por descontada: uno no puede pretender que sean más listos o decentes de lo que son, pero no estaría de más que, antes de lanzarse a vomitar declaraciones, recibieran unas pocas lecciones de sintaxis, gramática y dicción castellanas. Lo peor no es eso, sino lo que se muestra en las noticias "inocuas". Veo que en un pueblo aragonés la plaza va a llenarse por primera vez en años porque en no sé qué espectáculo innominado -no una digna y codificada corrida- va a medirse con los mozos un vetusto toro llamado Ratón, cuyo mérito estriba en haberse cargado a un hombre en una anterior charlotada. Aparecen babeantes vecinos, entre ellos alguna joven descerebrada que a punto del éxtasis exclama: "¡Ay, estoy loquita, loquita por verlo!" A los pocos días me entero de que Plácido Domingo ha actuado en una ópera en el Teatro Real de Madrid, y de que el público de ese lugar en teoría educado no se ha limitado a aplaudirlo durante más de veinte minutos, sin duda en busca de algún estúpido récord, sino que ha coronado su ovación cantándole "Campeones, oé, oé" desde el patio de butacas. No sé qué me produjo mayor vergüenza, si eso o el propio Domingo dando verónicas con su manto en el escenario. Por las mismas fechas veo la ascensión al Tourmalet durante el Tour de Francia, y estoy a punto de apagar la televisión, sin enterarme del desenlace, por no soportar la contemplación de la caterva de oligos que impiden avanzar a Contador y Schleck, o bien ansían derribarlos: unos van disfrazados de bandera, otros de Batman o de Superratón, otros van casi desnudos, buena parte son vejetes y una parte aún mayor son unos gordos que hacen bambolearse al sprint sus deprimentes carnes (claro está, sprints muy breves).

Pocos días después me dan vergüenza las colas -de hasta siete mil personas por achicharrante jornada- que se forman en la Puerta del Sol para hacerse una foto junto a la Copa del Mundo de fútbol, o su réplica. Pero no es menor la que me ocasiona la aparición de cinco actrices que "interpretan" no sé qué obra clásica en el Teatro de Mérida, recitando todo el texto al unísono y haciendo aspavientos pueriles, como si fuera una función de colegio. A continuación se me enseña a un montón de individuos que, para reclamar más carriles bici, han decidido montarse en las suyas y recorrer las calles ... desnudos. No sólo no veo la necesidad, no sólo son unos copiones (la gente hoy se desnuda para protestar contra cualquier cosa o para que la fotografíe en masa un farsante), sino que me da enorme grima figurarme los sillines tras la passeggiata pedaleante. Más tarde se presenta en Marbella o por ahí Michelle Obama, y lo que me causa indescriptible bochorno no es ya la actitud hortera, aldeana, agobiante e innoble de la multitud que la persigue por donde quiera que vaya y que le vocea "¡Eh, Michel!" como si fuera una vecina suya de toda la vida, sino los codazos entre políticos y empresarios indignos para hacerse una miserable foto a su lado, la pasta que pagan para poder decir que han "compartido" cena con ella, sus disputas sobre la pedanía que pisan los pies consortes presidenciales, y, sobre todo, el comportamiento de nuestros medios: he visto abrir las noticias de TVE y otras cadenas con esas imágenes peronistas o franquistas, las mismas que han ilustrado las portadas de periódicos supuestamente no folklóricos. Insisto: seguramente la culpa sea mía y sólo mía, por educado a la antigua, pero no veo posible aguantar veinticinco o más años con un permanente rubor en las mejillas, y en aumento. A este paso, no se me caerá: me estallará la cara.

sábado, agosto 28, 2010

me olvidarás, me olvidarás


magia
: 2. f. Encanto, hechizo o atractivo de alguien o algo.

lo primero

Nueva entrega por fascículos bajo la sugerente etiqueta Noticias en frase.
Aunque las etiquetas siempre molestan (algunas pueden provocar incluso, se ha dado, y esto es cierto, sarpullidos, erupciones leves y pasajeras en el cutis, siendo dos zonas concretas más propensas a éstas:
a) la nuca, si se trata de una camiseta, camisa o chaqueta, y
b) el coxis, si se trata de calzoncillos, bragas, faldas o pantalones), y es por ese motivo por lo que recomendamos siempre, desde aquí, cortarlas de raíz sin llegar, eso sí, y esto es cierto, se ha dado, a estropear la prenda en cuestión.

Ya sabes cómo funciona esto: los fascículos pueden durar años o días o, ya, nada.
Este ha sido y es el funcionamiento del blog y, a estas alturas, faltaría más, no vamos a mejorar.

[Noticias de ayer y de hoy
transformadas
en un abrir y cerrar de ojos
en microrrelatos
de una sola frase] Nº 1


La noticia (27/8/10)
El ministro de Minería chileno, Laurence Golborne anunció una reestructuración sustancuial del Sernageomin y de las labores fiscalizadoras en la actividad minera.

"El principal objetivo es potenciar la fiscalización de la actividad minera. Vamos a reorientar el rol del Estado a la fiscalización de la industria, seguridad minera y una revisión de permisos", señaló Golborne.

Golborne agregó que se separarán las áreras de geología y Minería en el Sernageomin.

El Ministro señaló que se creará una superintendencia de Minería, la que velará por la autorización de los planes de exploración y explotación, seguridad, estadísticas y mediciones.

Además se aumentarán los recursos para la fiscalización. Esto se traduce en que los 18 fiscalizadores que existen actualmente habrán 45 a fines de 2011.


{El microrrelato}

Cuando nuestro hijo se disparó con la pistola por accidente, mi mujer y yo decidimos que, si algún día teníamos otro, lo primero que íbamos a hacer sería esconder las balas.

jueves, agosto 26, 2010

y dejar que el zorro te olisquee

Hace unos días aprendí, descubrí, en microsiervos, lo que es un pangrama.
¿Tú lo sabías? Yo no, el otro día, ya digo, lo descubrí en esa página.

¿Y qué es un pangrana, Diego, imbécil? Ya que lo sabes, explícalo si te atreves.

Un pangrama es una frase, un texto, que contiene todas las letras, o las máximas posibles, del alfabeto de un idioma. Por lo que he leído, se hace servir para mostrar diferentes tipografías.
Lo contrario sería un lipograma, que consistiría en un texto en el que se omite sistemáticamente una o varias letras del alfabeto.
Aunque no es una cosa nueva, ya que se viene haciendo desde el s.VI a.C., me acuerdo que el rapero Nach hizo algo que podría denominarse lipograma cuando compuso una de sus canciones utilizando sólo las vocales a, o y e, una por cada estrofa.
Escúchalo si quieres. Tiene su gracia.

La cuestión es que en microsiervos acompañaban la lección del pangrama con este vídeo que sigue, ya que en el minuto 1:24 se produce un pangrama en lengua inglesa: The quick brown fox jumps over the lazy dog.
El rápido zorro marrón salta sobre el perro perezoso.

No te parece bonito que sucedan estas cosas. Pregunto. A mí sí.

Y lo más bonito de todo es la calma que se respira viendo el vídeo.
Es un atardecer maravilloso. El trino de los pájaros.
No se oye ni un vehículo. Piénsalo, es difícil no oír ni siquiera un motor a lo lejos hoy en día. Ahora mismo, pese a ser más de las dos de la mañana y vivir como vivimos en una house on the hill, puedo escuchar un zumbido lejano que no sé de dónde proviene, de alguna fábrica, supongo. Pero ni por asombro escucho aquello que llamaríamos el verdadero silencio. Pese a ser esta hora de la madrugada. Ahora mismo acabo de escuchar un petardo, quizá a un par de kilómetros de aquí. Quién tira un petardo a estas horas. Y para qué.

No te dan ganas de entrar ahí, en el vídeo, traspasar la pantalla y tumbarte en la hierba. Pregunto.
Y dejar que el zorro te olisquee y salte también sobre ti.

Acaso no es esto que sigue una perfecta representación del paraíso.

Podré verlo mil veces.


miércoles, agosto 25, 2010

una cosa me llevó a la otra

Estaba pensando el otro día en Saul Bass, que tendría que darle las gracias por lo que ha hecho por este blog, dignificarlo, digo, aunque sea la cosa ya imposible a nivel de comunicación verbal o no verbal.

Estaba pensando el otro día en Saul Bass mientras veía los títulos de crédito de la serie True Blood. Pensar en títulos de crédito es pensar en Saul Bass, y una cosa me llevó a la otra. Sin duda no tiene nada que ver con lo que hizo el Bass, pero no puedo negar que son unos títulos de crédito memorables. Perdurarán más allá de la serie.


Estaba pensando el otro día en Saul Bass, y en que sus opening credits son una obra de arte en sí mismos. Quiero decir que aunque sean una sólida base para las películas, pueden ser saboreados como pinturas en un museo. Ya me habías entendido a la primera.

Aquí te dejo una pequeña muestra de lo que hizo este buen hombre, con una carrera cinematográfica de cuarenta y un años (1954-1995)



lunes, agosto 23, 2010

me devolvieron mal el cambio

A finales de noviembre de 1970 apareció muerta una ballena en la playa de Florence, Oregon.
Era demasiado grande como para transportarla a otro lugar, ¿qué lugar?, cortarla en pedazos o, simplemente, enterrarla.
Así que, por qué no utilizar dinamita.
Si tienes algún problema, dinamita (que puede ser leída como sustantivo y como verbo).
Sin ir más lejos, el otro día tuve un problema: me devolvieron mal el cambio. Por suerte, siempre llevo algo de dinamita en el bolsillo.

Ahora, eso sí, cuando decidas detonar otra ballena, procura dejar el coche en un parking.

A base de errores hemos acabado fabricando coches con la carrocería más sólida.
Por todo lo que nos pueda llover algún día.

martes, agosto 17, 2010

aclaración

Aclaración de la entrada anterior (modificada el martes 17 a las 14:00).

Ayer hablé con el ganador del que te hablaba el domingo.
Me dejó muy claro que él no conocía mi blog.
Yo pensaba que sí, soy así de engreído, yo pienso que toda la gente con la que me cruzo conoce mi blog. Así soy.
Pero no. Si él me lo dice, tendré que creérmelo.

La cuestión es que yo, entonces, le había estado acusando de algo que él no había cometido.
Es por eso por lo que, ya que la historia ha cambiado, he rectificado también mis palabras.

Hablando del asunto de forma distendida, ya que no conocía mi blog, coincidimos en afirmar que aquello había sido una casualidad entre casualidades. Algo casi mágico. Y lo digo sin ningún tipo de ironía.

En fin, aclarado el tema, la conclusión es ésta: fue una casualidad y no hay nada que hacer.

Nos vemos en los concursos.

domingo, agosto 15, 2010

una historia de casualidades

Te voy a explicar una historia que te va a hacer gracia.
Una historia de casualidades.
A mí me hizo muchísima más gracia de la que te va a hacer a ti. No me puedes ver pero te aseguro que estoy riéndome a carcajadas. Desde que supe de esta historia, así estoy, a carcajadas: por casa, en el coche, en el súper, en el lavabo: a carcajada.
Por eso te digo que gracia te va a hacer, pero ni siquiera te acercarás a la que me hizo a mí.
Ha pasado ya algún tiempo desde que sucedió, un par de meses, y no quería hablar de este tema, por pereza, pero al final me he dicho Qué coño, por qué no explicarlo.

Voy a ir por partes, aunque seré rápido y esquemático.

Hay un concurso en la Cadena Ser.
Por la mañanas, en el programa Hoy por hoy que presenta el Francino.
Al concurso lo llaman Relatos en cadena. Es un juego de palabras en el que "cadena" tanto se puede referir a la emisora como a la modalidad del juego: alguien propone una frase, a partir de esa frase se escribe un microrrelato, cada semana hay un relato ganador, la frase final del relato ganador será la primera frase con la que tengan que empezar los relatos de la semana siguiente, y así durante todo el año, hasta que, de los ganadores mensuales se elige al ganador anual, en junio, hace un par de meses.

Además de este bendito blog, voy escribiendo otro. Poco a poco.
Quizá lo conoces. Es La madera es nuestra, y lo abrí para ir escribiendo cien cuentos de cien palabras.
En fin, tú quizá no conocías este blog, no tienes por qué.
Pero es que el ganador anual de Relatos en cadena, tampoco.
Y, es más, me consta que no lo conocía.

La cuestión es que escribí este relato hace un par de años, ahí está la fecha (clica para ampliar):

Y aquí está el relato ganador del pasado mes de junio, 2010:

Carne rebozada

La cena se enfriaba en la mesa y nuestro vecino seguía igual. Desnudo, subido en una silla y con una soga al cuello. A veces, bajaba y deambulaba cabizbajo por la habitación. De aquí para allá. De allá para aquí. Luego volvía a subirse, se anudaba la cuerda y colocaba los pies en el filo. Así llevaba toda la tarde. Nosotros, desde la ventana, lo observábamos expectantes. Papá decía que sí. Mamá decía que no. Pero el hombre, que si sí, que si no, no se decidía nunca. Al final, corrimos las cortinas y nos sentamos a la mesa. La carne rebozada fría no vale nada.


El día que me dijeron quién había sido el ganador me alegré, claro, por ser un conocido, un vecino de toda la vida, como quien dice. En cuanto llegué a casa busqué el relato. A medida que lo iba leyendo me venía a la mente el mío, que quizá no lo había vuelto a leer desde que lo escribí. Al principio pensé que eran cosas mías, paranoias. Pero toda la gente de mi alrededor constató que aquello había sido, cómo decirlo, una casualidad.

No reclamo nada, por supuesto, y felicito desde aquí al ganador.
Sólo quería hacerlo saber: las casualidades existen.

qué quieres que te diga

A mí estas tonterías me gustan.

anemia


El hambre agudiza la anemia.

jueves, agosto 12, 2010

princesa destronada


Hace unas semanas, no te lo había dicho, recogimos, metimos en casa, a un nuevo ser.
La hemos llamado Norma Jean, ya que será la hermana(stra) de Billie Jean.
Aquí está, utilizando la mosquitera (previamente desmontada) de la ventana como cama.
Al principio, Billie Jean lo pasó mal.
Al principio, Billie Jean fue una princesa destronada.
Ahora ya se llevan bien, comen y pelean juntas.

Aquí están, dejándose un hueco en el sofá. Aunque Billie Jean creo que no las tiene todas consigo.

Aquí abajo, Billie Jean, mirada perdida, pensando en algo interesante de lo que hablar en el blog.
Ella es la que actualiza cuando a mí no se me ocurre nada.
Es decir, casi siempre.

Y aquí, decidiendo qué cómic llevarse al lavabo.

Siempre que las miro, pienso lo mismo:
mi mayor aspiración como persona
es llegar a ser un gato.

miércoles, agosto 04, 2010

martes, agosto 03, 2010

frío suelo encerado

Vuelvo con energías renovadas.
(Esto no me lo creo pero a ver si a base de repetirlo sucede. Nunca he vuelto a ningún sitio con energías renovadas.)

Estoy leyendo poco, escribiendo menos, aprovechando, en general, mal el tiempo libre que tengo por delante, ya menos que ayer y, por supuesto, que el mes pasado.

Leo a Thomas Bernhard, sus Relatos autobiográficos. Lo amo con toda mi alma. No creo que lo pueda decir más claro.
También leo Patrimonio, de P. Roth, Los perros ladran, de Capote y Cine y literatura, del Gimferrer.
No escucho música.

Caminando por un centro comercial me cruzo con dos seguratas. Intento escuchar de lo que hablan durante la ráfaga de tiempo que significa nuestro cruce, pescar palabras al vuelo. Oigo convenio y cuarenta horas. Eso me hace pensar, dos seguratas hablando en un centro comercial me hacen pensar, qué paradoja, ¿no crees?, en una nube de tags. Y entonces me propongo, allí mismo, arrastrando mis chanclas por el frío suelo encerado, crear una nube de tags de diferentes oficios o agrupaciones de personas humanas. Que es una empresa inútil, por supuesto, pero alguien lo tenía que hacer.
Así, por ejemplo, la nube de tags que acabo de crear dedicada a los seguratas sería algo así.

Seguro que añadirías algunas palabras o frases más (propónmelas y lo edito de nuevo, lo amplio, lo enriquezco), pero las básicas están ahí, para qué negarlo.

Luego a ver si se me ocurre algo más, cómo decirlo, más