Había una vez un vagabundo que entraba cada día a la perfumería y mojaba su cuello con el mismo perfume.
Había una vez una mujer a la que el cortar cebollas le producía risa.
Había una vez una madre que mató, sin ella quererlo, a una de sus hijas gemelas.
Había una vez un hombre que vivió como un rey durante un día entero.
Continuará...
2 comentarios:
me gusta...
qué delito no habernos descubierto antes este blog, cuando tenía horas de adsl a mi disposición para culturizarme o embrutecerme en la blogsfera... snif... qué morriña
me gusta este post
mucho
como la mayoría que estoy viendo
Lo siento. Soy un delincuente ;P
Me alegro de que te guste.
Saludos! ;)
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