viernes, noviembre 02, 2007

nada que hacer

Llegó un tiempo en el que nadie tenía nada que hacer.
Primero empezaron los viejos, con sus boinas y sus manos en los bolsillos.
Pero luego fue todo el pueblo, los niños, toda la ciudad, las madres, todo el país.
Llegó una época en la que todo el mundo se detenía ante un paso de cebra. No porque los coches no les cedieran el paso, sino porque no tenían otra cosa mejor que hacer.


Maurice J. Lowe
Cuando se hizo de noche, 1956.

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