jueves, marzo 19, 2009
digitofobia
Bueno, parece que ni Katy Perry puede salvar esto.
No sólo su foto no aumenta las visitas sino que las mengua, las ridiculiza, las encoge, hace un barquito de papel con ellas y las deja ir, calle abajo, navegando por un reguero de agua que brota de una alcantarilla embozada, hasta que llega al mar, que es el morir para las visitas, porque las visitas prefieren el agua dulce, eso ha sido así siempre, las visitas son de agua dulce y los comentarios de agua salada, no podrás ver un banco de visitas en el mar ni pescar un comentario en el río, cuando vayas con tu hermano pequeño, aquel al que de pequeño le rompiste un incisivo sin querer y ahora y durante toda su vida hablará dejando escapar un silbido gracioso que le hará especial, tú le hiciste especial aquella mañana de domingo cuando imitábais a vuestros ídolos del Pressing Catch y él, gracias a su silbido gracioso fabricado a base de un sutil codazo, tendrá más éxito con las chicas, cosa de la que tú no puedes presumir, y lo escucharás, con un vaso a través de la pared de tu habitación, follar con una dos cinco diez chicas diferentes al mes, y tú no podrás hacer otra cosa que odiarlo y masturbarte a partes iguales, pensando en qué hubiera pasado si aquella mañana de domingo hubiese sido él quien te hubiera partido el diente a ti, y toda tu vida, en mayor o menor medida, te estarás preguntando eso, y toda tu vida, en definitiva, será esa pregunta.
Quizá, pienso (volviendo al mundo real, de los vivos), porque la foto del otro día no tenía mucho poder visual. Una chica en bikini verde y ya está. Por eso hoy pruebo con otra un poco más, volvamos a repetir, visual.
Yo creo que la Perry me puede salvar de este fracaso blogger que estoy sufriendo en mis propias carnes y me aferro a ella hasta que esto se vaya a pique. Yo creo en la Perry y en Guardiola para sacar este proyecto adelante. Descaro y elegancia.
Cuando se te acabe el talento, mete sexo. Esto lo he aprendido del cine español. Es lo único que me ha enseñado. Y que las tetas de la Penélope saben a jamón y a tortilla de patatas.
Pero, Diego, imbécil, yo lector, aquí, al fondo, yo, te pregunto: ¿por qué quieres más visitas?, ¿para qué?, ¿acaso crees que serás más feliz comprobando en el analytics que no te leen ya cinco mil personas diarias sino seis mil?, cuida a los lectores que ya tienes, gallina muerta no da huevos, yo lector te lo digo, porque lo he visto con mis propios ojos color zafiro aquí y en mis viajes por el mundo, desde un desierto en Afganistán hasta un casino de Las Vegas, yo lector, Diego, imbécil, te digo: sigue escribiendo estupideces como hasta ahora y déjate de tetas (esta palabra me reportará trescientas o cuatrocientas visitas más, dice Diego, que agradece al lector del fondo que haya pronunciado esta palabra en su blog), ¿acaso algún día soñaste con tener trece seguidores?, ¿por qué no reconoces, Diego, imbécil, que estuviste a punto de no ponerlo por miedo a no tener ninguno?, ¿por qué no reconoces también que no te abres un facebook por el miedo a un dígito, por la digitofobia, por la visión perturbadora que sería Diego tiene 3 amigos cuando has visto que aquel subnormal tiene 2.478?
La cuestión es que yo quería hablar de Manel, del grupo català Manel y del concierto del lunes pasado en la sala Villarroel, la misma sala que me vomitó La ruïna así, sin esperármelo, ¡zas! en toda la boca.
Hablaré en el próximo post porque se merecen uno entero, creo yo.
Recuérdamelo.
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1 comentario:
Eso diego,sexo,tetas y culo,mucho ,mucho.
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