miércoles, julio 11, 2007
mis dedos morados
El otro día me crucé con Scarlett Johannson.
Lo primero que le dije es que tendría que haberse retirado después de Ghost World. Ni me sonrió ni nada. Me fijé en sus Converse. Le quedaban bien, la verdad. También en sus tetas. Le pregunté si eran operadas. Ni me sonrió ni nada. Me extrañó que paseara sola por Barcelona y que nadie se le acercase. Le pregunté qué tal el rodaje y me dijo que bien, aunque vi que sus ojos se le llenaban de lágrimas. Luego me despedí rápido porque vi que se iba a poner a llorar y bastante tengo yo con lo mío y además yo venía de comprar y llevaba una bolsa con cuatro cartones de leche que me estaban amoratando los dedos. Dejé la bolsa en el suelo y le mostré mis dedos morados a modo de despedida. Ni me sonrió ni nada. Cuando ya me iba me volví para mirarle el culo, que es una cosa que siempre hago, sobretodo con Scarlett Johannson, pero llevaba un vestido que no le marcaba nada. Entonces ella también miró atrás, quizá suponiendo mi mirada. Pero ni me sonrió ni nada.
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