La peli no está mal.
Es más, la peli está muy bien.
Es remás, la peli es muy buena.
Pero de ahí a "la mejor peli del año" hay un trozo, hay un cacho largo, payo, espérate, ¿no? Siempre con las prisas.
Está bien filmada, el Nolan este tiene buenas cámaras, buena óptica, se coge unas panorámicas de la ciudad, que vértigo y todo te digo.
Luego tiene su tempo, que si me espero un poquito, que si ahora venga, todo el mundo por los aires, que si ahora un diálogo cara a cara, que si ahora uno de espaldas, ahora uno con poca luz, ahora una fiesta de ricos que se mueven lentos, los ricos se mueven lentamente, eso te lo deja claro el Nolan, que si ahora el Bale-que-me-mojo-toda se quita la camisa, que si pitos y que si flautas.
Sí, todo muy bien, ve a verla, en serio, no hay nada mejor que hacer, bueno, hoy echaban la corrida número mil de Fran Rivera, una vergüenza Telecinco y una vergüenza todos los toreros, qué lamentable toda la gente que se sienta en una plaza de toros, toda la chusma de presentadores de Telecinco, la España inculta que representa Mª Teresa Campos y su hija, todos los traficantes y chulos que se sientan a fumar un puro mientras un animal escupe sangre, no porque esté enfermo, sino porque tiene una espada que le atraviesa los pulmones, el estómago, el corazón, esta España me da asco, y he estado un rato viendo esa bazofia en la televisión y viendo a un toro agonizar durante unos tres minutos mientras unos cazurros le enseñaban una capa de aquí para allá y luego estos cazurros se irán a tomar un vinito y unos quesos a la fonda de la madre que los parió a todos juntos y el puto presentador del tic, cómo se llama, Alonso Caparrós, se llama, levantándose y aplaudiendo cuando el toro ha doblado las patas, qué escoria, en su palco v.i.p., la vieja que no puede ni hablar ya, escoria, me da pena y rabia este país de ignorantes, cuántas putas horas ha estado la mierda de corrida en la tele,
no la veas, me dirás, haberte puesto a leer,
muy bien, tienes razón, pero así no se soluciona nada,
y cómo se soluciona, me preguntarás,
no lo sé, joder, qué mierda, país mediocre del que yo formo parte.
Volviendo a la cuestión.
Una maravilla para los ojos, la peli, todo lo que quieras.
Pero aquí lo más grande es Heath Ledger.
Es un punto y aparte.
No hay nada que hacer.
Me da igual si no le dan un Oscar póstumo, que se lo darán, no tienen cojones de no dárselo.
Lo que hace el Ledger en esta película es lo mismo que hizo Usain Bolt el otro día en los 100 metros: convertirse en leyenda.
Es una actuación por encima del bien y el mal.
Sin esa actuación, la peli estaría antes de Navidad a 5,95 en la Fnac al lado de la primera temporada de Sin tetas no hay paraíso.
No he parado de escuchar que si se encerró en la habitación de un hotel durante unos meses para preparar el personaje, que si patatín, que si patatán. Me dan igual estas tonterías de los informativos de Antena 3 y Telecinco.
Yo el otro día no vi a un actor interpretando a su personaje.
Yo vi al personaje.
Y esa es la grandeza del cine: cuando menos lo esperamos, algo explota y nos ilumina.
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