Junto con Ed Wood, de Tim Burton, esta es una de mis películas biográficas preferidas.
Recuerdo perfectamente que la fui a ver dos veces al cine, lo que me convirtió en un auténtico nerd en mi clase. Supongo.
Años antes y sin yo entonces saberlo, Milos Forman, el director, había creado una de las obras maestras del cine, Alguien voló sobre el nido del cuco, y una de mis diez películas favoritas de todos los tiempos.
La escena que, para mi gusto, convierte a esta película en inmortal, es una de las últimas de la película, cuando Mozart le va dictando a Salieri el Confutatis del Requiem.
La cercana muerte de Mozart, el proceso de creación y la absoluta veneración de Salieri quedan aquí reflejadas de una forma soberbia.
Absoluta perfección.
3 comentarios:
Aunque poco autobiográfica, una de las mejores escenas de la película sin duda alguna.
5 Confutatis
Confutatis maledictis,
Flammis acribus addictis:
Voca me cum benedictis
Oro supplex et acclinis,
Cor contritum quasi cinis:
Gere curam mei finis.
5 Confutatis
Arrojados los condenados,
a las terribles llamas,
acógeme entre los elegidos.
Suplicante y prosternado te ruego,
con el corazón contrito y reducido a cenizas:
que cuides de mi hora postrera.
Buen gusto siempre has tenido buen gusto.
Saludos
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