domingo, abril 26, 2009

se sentaron detrás

A no ser que hayas estado secuestrado o secuestrada, en el caso de ser mujer, por tu padre y encerrada o encerrado, en el caso de ser hombre, en un sótano durante los últimos dos meses, te habrás enterado, a tus oídos habrá llegado, y en tus ojos impactado, el nombre de Susan Boyle.
De todas formas, aunque no hayas tenido la suerte de vivir incomunicado o ada en un sótano, te pondré rápidamente en situación, en una línea, en una frase que resumirá esta entrada del blog y también los cien millones de visitas en el youtube.

Susan Boyle se presentó a un concurso, cantó I dreamed a dream y su voz no se correspondió con su cara.

Esto es lo que ha pasado, lo fenomenal y lo extraordinario.
Y esto es lo que queremos y lo que buscamos. Anomalías. Siempre ha sido así. 
Porque lo normal ya nos lo sabemos de memoria. 

Porque normales somos nosotros. 
Si hay alguien raro aquí, ese no soy yo. 
Mírala, con esa pinta de cateta de pueblo, a ver qué hará. 
Había una gente más rara en el autobús. Se sentaron detrás y se quedaron dormidos. 
Si hay alguien raro aquí, que salga delante, que lo queremos ver. 
Joder, pues canta muy bien para lo fea que es. 
En la clase de mi hijo hay unos con unas pintas. Mi hijo es el más normal. 
Tuve una infancia de lo más normal.

A Susan Boyle, el hecho de ser desempleada, vivir en un pueblo escocés, ser soltera, poco agraciada físicamente y tener cuarenta y siete años, le confería el de no poder cantar bien.
Pasó algo parecido el año pasado con Paul Potts cantando Nessum dorma. ¿Cómo un vendedor de teléfonos móviles podía tener esa voz de tenor? 

¿Qué es lo que nos sorprende de todo esto? Sin duda, ya lo dije y me reafirmo, la anomalía. 
El no me imaginaba encontrarte aquí, el de la última persona que lo diría, el me he quedado helado cuando me dijeron que había sido él.

No nos sorprende tanto la excepcionalidad de la voz, sino, digámoslo así, el envase que la contiene y, por tanto, el contexto. 
Porque, si escucháramos esa voz por la radio, esa canción dentro de un programa dedicado a los musicales más famosos, ¿acaso se armaría tanto revuelo? No, porque, aunque la voz que hubiésemos escuchado fuera excepcional, estaría dentro de un contexto, de una lógica y simplemente hubiéramos pensado qué bien canta esta mujer, o ni siquiera eso. 
Sin duda el poder que ejerce la imagen es absolutamente demoledor, y eso ya lo saben los creadores de Britain's Got Talent, de American Idol, del Disney Channel y también Madonna lo sabe. Y este es uno de los casos más flagrantes del poder de la imagen.

De todas formas, si estos acontecimientos mundiales, estas frikadas, vamos, hacen que la gente se acerque tanto a óperas como a musicales, bienvenidas sean estas frikadas. Aunque no estoy muy seguro de que sirvan para nada sino para entretenernos un rato, mientras se acaban de hacer los spaghetti, mientras nos cepillamos los dientes, mientras colocamos bien la almohada.

¿Qué has venido a decir con esta entrada, Diego, idiota?
¿Has venido a decir que Susan Boyle ha tenido más éxito por ser fea que por cantar bien?
¿Es eso, Diego, imbécil?

Sí.

Aquí te dejo un vídeo de I dreamed a dream cantada por Ruthie Henshall, una actriz de musicales.
Te aviso, es un vídeo aburrido. 
Porque es normal. 
Como tú y como yo.

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