martes, octubre 30, 2007

chachis pirulis



Hace un tiempo, Pete Doherty declaró en una revista: Kate (Moss) hates my music!.
Yo también. Más que ella. Mucho más. Muchísimo más. Jodercómolaodio.

Leo en la revista Quimera que la SGAE (Siempre Ganamos Algunos Eurillos) les ha puesto una multa de 9.000 euros por faltarles al "honor" en un artículo publicado en el número de octubre. En el artículo, el colaborador les llama "piratas" y eso es lo que les ha ofendido cuando ellos, SGAE, se dirigen con ese término a todos aquellos que se bajan mú, en fin, a ti y a mí.
No piden que rectifiquen sus palabras ni que se disculpen públicamente, no. Piden nueve mil euros. El "honor" de la SGAE vale 9.000, ya lo sabéis. (Por cierto, tres veces más que las injurias a la corona de El jueves, que sólo tuvo que desembolsar 3.000 por dibujar a la Leti a lo doggy style).
Se ve que Jorge Drexler le quiere comprar un abrigo de visón a la Watling y que Sisa se tenía que comprar una guitarra nueva en Londres y que Mikel Erentxun tenía que pagarse una ortodoncia y unas clases de composición y más cosas que da igual ponerlas o no.
Eh, SGAE, que es broooooma, que sois guays, super guays, diría yo. Es más: chachis pirulis.
Aquí podéis observar (todos en pie, por favor) a la junta directiva. Veréis que las mujeres tienen el culo gordo de estar sentadas tanto rato mirando el Diario de Patricia y los hombres ya no saben con qué mano acariciarse los genitales.
También en Quimera, leyendo el artículo en cuestión, me entero de que los boy scouts americanos tienen que pagar un canon por los derechos de autor...(redoble)...de las canciones que canten alrededor de la hoguera!!! (sic). Oh! Susanna, My land is your land, y toda esa, como diría Kiko Amat, white trash. En fin, todo llegará, no os preocupéis.

Y para ir acabando, esto es lo que yo llamo un puto profesional.

P.D.: La actriz de la foto es Ava Gardner. Haceos con La noche de la iguana y dejaos de tonterías. Actrices era antes.

P.D.2: Paloma es la reina.

lunes, octubre 29, 2007

indescifrable

Sé que os importa muy poco, por no decir sé que os importa una mierda, pero hace un par de semanas empecé un nuevo curso escritolar. Si el año pasado era Narrativa en castellano, este es Cuento I. Pinta bien.
Como hice el año pasado, iré colgando los ejercicios para que a)los leáis, b)no los leáis, o c)los imprimáis en papel de w.c. y os limpiéis el culito.
Aquí dejo el primer ejercicio: un relato/escena que tenía que surgir de una de las frases que forman un relato de José María Merino llamado Huellas. El relato está formado por frases cortas. Yo elegí la que encabeza el texto.

La pintada en el muro, como una indescifrable maldición.

Estuve esperándote durante mucho tiempo, creo que años.
Me sentaba a esperarte en ese banco del parque en el que nunca nadie se sienta, en ese que está de cara al muro. La verdad es que no sé a quién se le ocurrió poner ese banco ahí. Quizá antes no existía ese muro y quien se sentaba podía observar unas maravillosas vistas a la ciudad. Aunque creo que el muro siempre estuvo ahí. Así que quien colocó ese banco, lo hizo por alguna razón. Quizá fue alguien cansado de colocar bancos, quizá sobraba y no sabían dónde colocarlo. No lo sé. Lo único que sé es que estuve esperándote durante mucho tiempo, creyendo que ese mensaje era para mí.
Cada tarde, después de volver del trabajo, iba al banco, me sentaba y esperaba. Cada tarde, te digo. Bueno, menos una. El día que murió mi madre. El funeral fue a las cinco. Maldije su muerte por no poder estar esperándote.
Detrás mío siempre oía gritos de alegría de niños jugando. Era lo único que se oía sentado en ese banco. Ni los coches, ni las ambulancias, ni las motos, ni nada, sólo gritos de alegría que lo tapaban todo como una telaraña multicolor.
Aunque a veces volví la cabeza por si venías, la mayor parte del tiempo lo pasé mirando hacia el muro. No me preguntes por qué, no sabría responderte.
Llegué a conocer sus grietas, observaba cómo la pintura se iba desconchando día tras día, conté los ladrillos que lo formaban, luego conté sólo los que contenían tus letras, luego los multipliqué entre ellos, luego te seguí esperando.
Leí tu mensaje miles de veces, ese mensaje dirigido a mí, a quién sino, allí no había nadie más.
No te vayas, ahora vengo.
Millones de veces leí esa frase, llegándola a escuchar de tu boca, dicha en mi oído.
Hoy al llegar al banco he visto que habían tirado el muro. Los ladrillos estaban amontonados ahí, donde todos estos días me has hablado. Los he movido con el pie, esperando encontrarte, recomponerte. Pero sólo he encontrado un No.
Ahora te escribo desde el banco, que ya no es el mismo. Ahora mira hacia una calle que sube y el sol le toca de pleno.
Una chica se acaba de sentar a mi lado.
Pero sé que no eres tú.

viernes, octubre 26, 2007

en su sitio

El otro día fui a ver El orfanato.
No me gustó.
No es que sea mala. Es previsible, que es peor. Una película mala al menos puede tener su encanto.
J.A. Bayona, el director, se ha bebido una botella con gas de
Al final de la escalera y otra de Los otros (poco más), ha eructado y éste es el resultado: un eructo que huele a lo que has comido.
Eso, podréis decir, no es tan raro, de hecho lo hacen todos los directores, todos los artistas en general, eructan lo que han comido y ese el resultado de su obra. Y aunque el olor de un eructo nunca es agradable, al menos nos puede indicar de qué se ha alimentado esta persona. Cierto.
Pero lo más importante de comer no es la calidad sino la digestión.
Un ejemplo del perfecto funcionamiento de sus intestinos es Quentin Tarantino. No puede negar lo que ha comido después del eructo, luego nosotros tampoco podemos decir que se alimente mal y, mucho menos, que le haya sentado mal.
Ahí está la delgada línea que separa a un buen director, a un buen artista, de uno mediocre y previsible: la digestión.
Otro campo es Belén Rueda. Y esto es algo totalmente personal, pero siempre que la oigo hablar me transporta a Médico de familia, donde tampoco me la creía.
Los Serrano no los vi ni una sola vez.
Que El Orfanato es una obra maestra lo podréis oír mil veces al día en Tele 5. Si yo tuviese que recuperar todo el dinero que han invertido, haría lo mismo. Mama, una peli, un libro, una canción, no es buena porque lo diga la tele o la radio. Tampoco es buena o mala porque lo diga yo.
Es la Historia la que lo define todo, la que va dejando las cosas en su sitio.

jueves, octubre 25, 2007

curiosa


Curiosa exposición.

partido al niño

Como cada día, ayer iba en autobús.
En caravana, un taxi circulaba al lado.
Dentro, en el asiento trasero, un hombre se había quitado su reloj y lo ponía en hora. Sé que estaba ajustando la hora porque este hombre venía de Chicago, a dar una charla en la universidad.
O quizá viniera de Los Ángeles.
El hombre se llamaba Errol Gordon.
O quizá Louis Kerhad.
Iba a dar una charla esa misma tarde.
¿Por qué todo tiene un precio?
Cuando llegó al aula, pudo observar una gran multitud esperando su llegada. Se oyeron algunos aplausos, tímidos, inconscientes, veinteañeros. Se sentó en una mesa alargada delante de los alumnos. A su izquierda se sentó David, el traductor simultáneo, que había pasado una mala noche. Si le mirabas a los ojos, lo podías adivinar.
¿Por qué casi todos los violinistas tienen pinta de pederastas?
Esa noche, Laura, su novia, le había estado preguntando cosas de su pasado. Se conocían desde hacía cinco años, pero a ella le dio por preguntar esa noche, precisamente esa noche. Por eso David, aunque ya eran casi las cinco de la tarde, tenía dibujado en sus ojos un paisaje gris, traumático, holocáustico.
La charla de Errol/Louis empezó a las cinco en punto, la hora señalada, cosa inusual por aquí.
¿Qué hubiera pasado si Salomón hubiera partido al niño por la mitad?
Errol/Louis animaba a los alumnos a participar en investigaciones, a crearse nuevas metas. David los desanimaba con su voz monotónica, dejaba frases sin traducir, bostezaba sin disimulo.
La charla finalizó tres cuartos de hora más tarde igual que empezó, con aplausos tímidos, inconscientes, veinteañeros. Los alumnos despejaron el aula. David se quedó sentado mientras Errol/Louis le daba las gracias mientras se ponía la chaqueta para irse.
¿Por qué decimos sí si queremos decir no?
Afuera, el sol se ocultaba tras unas nubes grises, traumáticas, holocáusticas. Cuando David llegó a casa, Laura aún no había llegado.
Mientras tanto, Errol/Louis tomaba un taxi hacia el aeropuerto tras haber recogido su maleta del hotel. Su reloj marcaba la hora local, las ocho y media. Más tarde, ya dentro del avión, durante el vuelo, Errol/Louis ajustaría de nuevo la hora de su reloj y se preguntaría qué estarían haciendo su mujer y sus hijos en ese momento.
Cuando Laura llegó, David estaba dormido en el sofá.
¿Qué profundidad tiene el océano?

lo de menos

-¿A qué edad a un escritor se le deja de considerar joven?
-Cuando deja de escribir estupideces. La edad es lo de menos.

Prof. John A. Wallace
Interviews, 1986-1990

lunes, octubre 22, 2007

cansados

La verdad es que no tengo nada pensado para escribir hoy.
Estoy meditando un texto que lleve por título Barcelona apesta, y que es el fruto de la última visita a la bella ciudad, el jueves pasado, cuando comencé el nuevo curso.
O la amas o la odias, y yo ya tengo mi decisión.
Supongo que en breve lo colgaré, aún no lo tengo muy pensado.
Ahora subo este texto que me he sacado de la manga esta tarde. Un texto que ha de basarse en una noticia aparecida en El Periódico de Catalunya. Ya lo comenté hace unos meses, en julio o así. Lo envías y, si les gusta a los eruditos del diario, lo publican el domingo.
La dirección, para quien quiera participar, es: microrrelatos@elperiodico.com.

la noticia

Aparecen 12 ataúdes abandonados en la calle en la Barceloneta
19 de octubre de 2007

Aquella noche decidimos salir.
Al final fuimos más de los que esperábamos. Hacía tiempo que teníamos ganas de dar una vuelta todos juntos, y esa noche algo ocurrió para que todos nos pusiéramos de acuerdo.
Algunos se quedaron, dijeron que quizá otro día. Pero yo sabía que era ahora o nunca.
Estuvimos paseando por la ciudad, por su noche, alegres, nos abrazamos, sonreímos. Nadie dijo nada, pero todos sabíamos que lo que estábamos viviendo sería muy difícil de repetir. Por eso disfrutamos de los silencios, de los olores, de las luces, del movimiento, todo estaba en movimiento esa noche, y esa noche era nuestra.
Exprimimos cada momento como si fuera el último. Todos queríamos disfrutar de aquello.
Porque, en el fondo, todos estábamos cansados de descansar.
Cansados de estar muertos.

sábado, octubre 20, 2007

tomar una curva



2. Jane Mansfield y las tijeras de Satán.
Marilyn Monroe estaba buena, sí.
Pero Jane Mansfield lo estaba más.
Y el amigo de la foto les acarició el culito a las dos, primero a la una y luego a la otra, y seguramente les hizo algunas cosas más que ahora no puedo reproducir por estar en horario infantil.
El afortunado se llamaba Anton LaVey y fue un mago que fundó en California la Iglesia de Satán un 30 de abril de 1966, en plena efervescencia hippie, autoproclamándose Papa Negro y decidiendo que ese día sería el primero del año I del reino de Satanás. Porque yo lo valgo.
El hecho es que LaVey se convirtió en una de las personas más temidas y respetadas del mundillo de Hollywood, cosa que le permitió acercarse a las estrellas del momento, entre ellas Marilyn Monroe, con quien mantuvo un diabólico romance.
Pero la actriz murió, y la cama de Lavey se le hacía grande y todavía olía a Channel nº5. Así que abrió sus alas y fue a la caza de una joven playmate que vivía a la sombra de la Monroe: Jane Mansfield.
Este romance no le hizo ninguna gracia al novio de Jane, claro, y tuvo un encontronazo con el mago en el que le advirtió que no se acercase a su chica, así, con el dedo índice levantado a la altura de la nariz. No se sabe, pero quizá LaVey soltó una carcajada seguida de una premonición: un grave accidente está por llegar.
Y no tardó. Semanas después, la Mansfield y su novio cachas, salen disparados a través del parabrisas de su coche al tomar una curva demasiado rápido, concretamente a unos 128 km/h.
En el accidente, la actriz, que ya había perdido la cabeza por LaVey, ahora la vuelve a perder, literalmente.
Días antes del accidente, LaVey recortaba del periódico un anuncio de Channel nº5 en el que aparecía su amada Marilyn. En el reverso de la foto, casualmente, aparecía una de Jane Mansfield y su novio.
Y, casualmente también, ay, las tijeras habían pasado, ay,...a la altura de sus cuellos.

viernes, octubre 19, 2007

produce monstruos


A partir de este momento, mis recomendaciones musicales, literarias, culturetas, vamos, en general, estarán publicadas en este blog: www.nidodeurraca.blogspot.com.
El enlace lo podéis encontrar en la columna de links bajo el título del blog: todo lo que brilla.
Digamos que será un blog de obras de arte en el que aparecerá la portada del disco, peli, libro, cómic, etc., acompañada de unas líneas un tanto snobs y repelentes porque sí. Una forma más de perder el tiempo y encima proclamarlo a los cuatro vientos.
Lo he abierto hoy, así que sólo encontraréis cuatro recomendaciones. Intentaré actualizarlo diariamente hasta que se acaben las obras de arte en el mundo.
Como veis, el sueño (en el trabajo) produce monstruos.

jueves, octubre 18, 2007

forjado en hierro


Empiezo aquí la enésima sección de este blog.
Se llamará Hollywood Babylon (sí, me he herniado buscando el nombre) y se basará en chismes curiosos de la historia americana reciente, por lo que mi inventiva brillará por su ausencia durante esos días.

1. What's the frequency, Kenneth?
En octubre de 1986, Dan Rather, presentador de la CBS News, caminaba hacia su casa en Manhattan cuando un personaje se abalanzó sobre él y le empezó a golpear mientras repetía What's the frequency, Kenneth?.
El hecho podría tratarse de un fotograma lynchiano o de una viñeta de Como un guante de seda forjado en hierro. Pero no.
Más adelante se supo que el personaje perturbado se llamaba William Tager, un hombre que decía venir de un universo paralelo al nuestro desde donde le estaban enviando señales a su cabeza que no le dejaban descansar.
Lo que quería el pobre William, claro, era cambiar la frecuencia de emisión de estas señales para dejar de recibirlas, y eligió a Rather por la similitud de éste con el mandamás allá en su universo, un tal Kenneth Burroughs.
Digamos que en un supuesto universo paralelo, todos tenemos un doble.
Si a esto le unimos que estamos un poco chiflados, aquí tenemos esta historia.
Michael Stipe, cantante de R.E.M., se obsesionó con esta surreal historia y, años más tarde, compuso una de las canciones más decentes de su carrera.

miércoles, octubre 17, 2007

en la nariz


Hoy no voy a escribir nada.
La frase anterior es falsa.
La frase anterior, y ésta última, son verdaderas.
Os dejo con este blog mexicano que me ha gustado bastante y que acabo de descubrir ahora mismo, mientras me metía el dedo en la nariz y escuchaba el Atom Heart Mother de Pink Floyd.

martes, octubre 16, 2007

me temo


Juan José Millás ha ganado el Planeta, unos 600.000 euros, un piso de unos 50 m2 en Barcelona. Y Boris Izaguirre ha quedado finalista.
¿Alguien, algún lector de este bendito blog, quizá G., sabe cómo funciona la elección del ganador de un premio de este tipo? No estoy diciendo que esté en contra de que hayan ganado estos dos escritores ni nada por el estilo, simplemente creo que es mucha casualidad que dos personajes tan mediáticos consigan el oro y la plata, cuando se supone que todo este rollo de premios funciona bajo seudónimos (risas).
Algunos comentarios a la noticia no tienen desperdicio y muchos se hacen también esta pregunta con infinidad de variantes.
Vuelvo a repetir que no estoy dudando de la calidad de sus obras (soy un admirador de Millás, y de Boris no he leído nada pero cuando era pequeño vi algún capítulo de La Dama de rosa), sólo estoy lanzando la pregunta al aire.
Aunque me temo que todas las respuestas posibles contendrán el verbo vender.

lunes, octubre 15, 2007

nos dimos cuenta

Nos dimos cuenta de que nos hacíamos mayores aquel día en tu casa, cuando nos descubrimos hablando de ese tema del que sólo hablan los padres, mientras mirábamos la tele sin voz, como también hacían ellos.
Nos dimos cuenta de que nos hacíamos mayores cuando me preguntaste si había comprado el periódico y yo te dije que estábamos suscritos desde hace un tiempo, que estaría en el buzón. Luego bajaste a recogerlo y recortaste ese artículo que te hacía mayor y que luego agrupaste con el resto de artículos en la carpeta de artículos recortados.
Nos dimos cuenta de que nos hacíamos mayores el otro día cuando nos paramos a mirar a aquellos viejos que jugaban a petanca y a mí se me escapó un aplauso cuando uno de ellos ganó en el último momento, con una carambola.
Nos dimos cuenta de que nos hacíamos mayores una noche volviendo en autobús, aquella noche en la que todo el mundo me molestaba, aquella noche en la que te dije que si pudiese abrir la puerta en marcha, me tiraría.
Nos dimos cuenta de que nos hacíamos mayores el otro día, parece que fue hace mucho, pero fue el otro día, cuando me dijiste que ese futbolista que acababa de ganar el balón de oro tenía justo diez años menos que yo y entonces pensé en lo que hacía yo hace diez años, pero pronto me vino el vértigo y tuve que respirar hondo.
Nos dimos cuenta de que nos hacíamos mayores cuando nuestros padres murieron y nosotros ya teníamos comprados desde hace tiempo los trajes que llevaríamos a sus funerales, donde volvimos a encontrarnos con todas aquellas personas que no queríamos que nos tocasen el hombro, ahora no.
Nos dimos cuenta de que nos hacíamos mayores ese día en que me dijiste que no le hablase así al hijo de nuestro mejor amigo, que yo no era ningún sabio para ir dando consejos. Te dí la razón porque la tuviste.
Nos dimos cuenta de que nos hacíamos mayores un día por la tarde, subiendo las escaleras de casa, cuando tropecé y tú ya no te reíste. Luego me curaste el arañazo del codo con Betadine, que habíamos comprado hace tiempo, una mañana de invierno en la que me preguntaste si me había dado cuenta de que nos estábamos haciendo mayores.


Alfred K. Duck
El día que me dijiste no y otros cuentos (1997-2000)

sábado, octubre 13, 2007

cuidarla y esas cosas

-Oye.
-¿Sí?
-A una puta se la trata bien.
-¿Perdone?
-Te digo que a una puta hay que tratarla bien, cuidarla y esas cosas.
-Creo que se equivoca,...creo que no nos conocemos.
-Vamos chaval, te estoy hablando de putas, de eso te estoy hablando, ¿te crees que hace falta que nos conozcamos?
-No sé a qué se refiere.
-Putas, chaval, putas, a eso me refiero. Las putas son ángeles enviados por el puto Señor, por eso hay que cuidarlas y tratarlas bien. ¿Has estado alguna vez con una puta, chaval?
-No,...no.
-Eh, chaval, has dudado, ¿has estado o no?
-No.
-Pues deberías probarlo algún día. ¿Es que no te apetece?
-No,...no especialmente.
-Pues cuando te apetezca, vete de putas.
-Vale,...bien.
-Lo único malo de una puta es que te acordarás de ella toda tu vida pero ella se olvidará de ti en diez segundos, incluso menos, eso es lo único malo, una pena, la verdad, es una pena que no se acuerden de ti cuando tú no puedes olvidar a esa persona, no te puedes imaginar la pena que da.
-Me imagino.
-No, chaval, no te lo imaginas porque no has estado con ninguna. Ir con una puta es muy triste, chaval, pero hay que hacerlo al menos una vez en la vida, y así te darás cuenta de lo penoso de todo esto. Este mundo es una puta farsa, chaval. No puedes olvidarte de Dios pero Dios no sabe ni qué cara tienes.
-Bueno,...creo que... me tengo que ir.
-Eh, chaval, has dudado, ¿te tienes que ir o no?
-Sí sí, me tengo que ir. Adiós.
-Adiós, chaval.


Albert H. Field
La madera está mojada y otros relatos (1976)

jueves, octubre 11, 2007

michael jordan



Decidiste acabar a tu manera, tú, con todo.
Primero me robaste lo poco que me quedaba, mientras yacía en el suelo, llorando, esperando que decidieras acabar a tu manera. Porque todo el mundo sabía que ibas a hacerlo.
Yo esperaba que no lo hicieras, que hubiese algo, quizá arena en tus zapatillas, quizá que perdieses el compás, quizá tu aliento, quizá el bombeo de tu sangre, que hubiese algo que te pudiera detener.
Pero no fue así. Lo hiciste.
Decidiste acabar con todo,
tú,
a tu manera.

martes, octubre 09, 2007

nadia comaneci



No tuve tiempo, no me diste.
Saltabas de un lado a otro, sin mirar a nadie, sin dejar que te miraran.
Fuiste demasiado rápido en todo, pero ahora ya es demasiado tarde para decirte nada.
Me hubiese gustado despedirme, y que te despidieras.
Pero tú saltabas de un lado a otro, nerviosa por nada.
Al final dejaste tu danza para clavarte en el suelo, en mi pecho, en mi cabeza, en mis manos, en mi boca, y despedirte con una reverencia de otra época.
Pude escuchar el bombeo de tu sangre a kilómetros de distancia,
a través de la puerta que dejaste abierta,
la mañana que te fuiste.

lunes, octubre 08, 2007

ganadora


Con una ventaja de tres votos sobre sus perseguidores (V y El coche fantástico), La familia Munster se lleva el premio de esta semana.

muhammad ali



Derramaste en mí toda tu furia.
Todavía puedo olerte, tu sudor en el mío.
Me decías cosas al oído que yo no pude entender, no quise entender, por miedo al dolor, a más dolor.
Aquella noche había un zumbido en el aire, quizá tu aliento.
Me dejaste caer mientras miraba a un cielo que se alejaba, sin miedo a que me rompiese en pedazos, más aún.
Observaste la escena que tú habías creado con la seguridad del que ya lo ha hecho todo, y bien.
Derramaste en mí toda tu furia.
Estabas preciosa esa noche.

sábado, octubre 06, 2007

lionel maradona



Me dijiste que estas cosas sólo pasaban una vez en la vida, que estuviese tranquilo. Yo asentí sin creerte, como hago siempre, porque ya no me creo nada de lo que me dices.
Hace tiempo, lo debes notar.
Porque entonces pasó lo que tú, yo, todos ya saben.
Sucedió de nuevo, y me acordé de ti, tan seguro.
Y todo fue tan rápido y tan igual que no sé qué pensar de todo esto. Porque hay veces que es necesario dejar de pensar en lo ocurrido. Es necesario si queremos que todo funcione como debe, y que la historia se repita, con ese halo de misterio, llevando el compás y contando los tiempos, decidida a volver, a aparecer de la nada, destrozando y creándolo todo de nuevo.

jueves, octubre 04, 2007

bob beamon

Empiezo aquí una nueva serie de paridas (para qué buscar un nombre, ¡amemos nuestra lengua!).
Vivirán bajo la etiqueta de videorelato y consistirá en un brevísimo texto bajo un vídeo deportivo, siempre deportivo.
La relación entre el texto y el vídeo es totalmente libre. Esto qué coño quiere decir. Pues que lo que escriba no tiene por qué tener relación con las imágenes. Aunque la gracia estaría en la sí-relación, para qué engañarnos.
La norma principal de estos videorelatos es que el vídeo será visionado sin volumen.



Y entonces apareciste y saltaste delante mío y tuve que recurrir a lo improvisado, a números que allí no estaban porque no te esperaban, para calcular lo que habías hecho. Y en ese momento supe que ya nada volvería a ser como antes, que ahora esperaríamos más el uno del otro, y maldije el momento en el que hundiste tus pies en la arena fría, porque antes de que nadie dijera nada yo ya sabía, estaba seguro, de que esto sería algo más.
Hoy descubrí arena en mis zapatillas.
Y no me quedó más remedio que volver a pensar en ti.

documental


Vía microsiervos descubro a este personaje.
Aquí podéis ver el documental, "The boy with the incredible brain", separado en cinco partes.
En inglés.

miércoles, octubre 03, 2007

a ser

Mañana, lo principal volverá a ser prescindible.

cruz


Hoy no voy a subir nada.
Me ha dado la migraña, con su aura bendita.
Junto con mi apellido, será la cruz que tenga que llevar toda mi vida. Una de ellas.

P.D.: Eloy Fernández Porta. Apuntad este nombre.

martes, octubre 02, 2007

necesaria


Una exposición necesaria.
Lleva a tus hijos, a tus sobrinos, a tus amigos, a los hijos y a los sobrinos de tus amigos, a tu hermana suicide girl, a ese primo pastillero y a ese otro quinceañero neo-nazi.
El futuro te lo agradecerá algún día.
Espero.

lunes, octubre 01, 2007

tierra roja

Un día mi abuelo me dijo que en el huerto había algo enterrado, que fuese con él y le ayudase a desenterrarlo, porque creía que era algo mío. Le miré extrañado pero le acompañé. Una vez en el huerto me dijo "aquí es" señalando la tierra roja con su anciano índice. Miré pero no vi nada. Le pregunté que cómo sabía que era aquí y no allí. Me dijo que simplemente lo sabía. Todo me parecía rarísimo pero seguí las indicaciones de mi abuelo y empecé a cavar. Al principio no me costó nada levantar la tierra pero a medida que iban pasando los minutos, mis brazos empezaron a temblar. Mientras, mi abuelo observaba la escena unos pasos allá, sus manos en los bolsillos.
Cavé durante una hora. El agujero llegó a ser tan grande como para esconder a una familia. Le pregunté si estaba seguro. Hacía rato que se había sentado en una silla. Continuaba observándome como si yo fuera su sepulturero pero no le importase morir.
Miré mis manos, agrietadas, mis uñas, negras y entonces hubo un momento en el que tuve ganas de ponerme a llorar. Pero no lo hice.
Empezó a anochecer. Mi abuelo se metió dentro de casa. Yo estuve cavando durante toda la noche.
A la mañana siguiente desperté acurrucado y abrazado a la pala. No había encontrado nada, allí no había nada enterrado, mi abuelo se había vuelto tarado.
Me incorporé y fui hacia la casa.
Allí dentro estaba mi abuelo, desayunando. Me preguntó si ya lo había encontrado. Le dije que sí, pero que no era mío y lo había vuelto a enterrar.
Me lavé las manos y desayuné con él.
Me gustó escuchar el crujir de las tostadas.

ganadores