viernes, octubre 26, 2007

en su sitio

El otro día fui a ver El orfanato.
No me gustó.
No es que sea mala. Es previsible, que es peor. Una película mala al menos puede tener su encanto.
J.A. Bayona, el director, se ha bebido una botella con gas de
Al final de la escalera y otra de Los otros (poco más), ha eructado y éste es el resultado: un eructo que huele a lo que has comido.
Eso, podréis decir, no es tan raro, de hecho lo hacen todos los directores, todos los artistas en general, eructan lo que han comido y ese el resultado de su obra. Y aunque el olor de un eructo nunca es agradable, al menos nos puede indicar de qué se ha alimentado esta persona. Cierto.
Pero lo más importante de comer no es la calidad sino la digestión.
Un ejemplo del perfecto funcionamiento de sus intestinos es Quentin Tarantino. No puede negar lo que ha comido después del eructo, luego nosotros tampoco podemos decir que se alimente mal y, mucho menos, que le haya sentado mal.
Ahí está la delgada línea que separa a un buen director, a un buen artista, de uno mediocre y previsible: la digestión.
Otro campo es Belén Rueda. Y esto es algo totalmente personal, pero siempre que la oigo hablar me transporta a Médico de familia, donde tampoco me la creía.
Los Serrano no los vi ni una sola vez.
Que El Orfanato es una obra maestra lo podréis oír mil veces al día en Tele 5. Si yo tuviese que recuperar todo el dinero que han invertido, haría lo mismo. Mama, una peli, un libro, una canción, no es buena porque lo diga la tele o la radio. Tampoco es buena o mala porque lo diga yo.
Es la Historia la que lo define todo, la que va dejando las cosas en su sitio.

3 comentarios:

S. dijo...

Aiiish la de días que llevo esperando esto... Confiésalo, si ni siquiera la has entendido...
Cuando se entra en un cine determinado a que algo no te guste, poco se puede hacer al respecto.
(Acabo de ver el piano de La Muntanyeta, jijí)

(L)

diego dijo...

Sí, es verdad, no la he entendido, hay tantos giros argumentales y tantas dobles lecturas que uno se pierde.

S. dijo...

Por cierto, que esta es la primera película de J. A. Bayona. Tal vez no deberías ser tan exigente.
La primera película de Quentin Tarantino se llama My Best Friend's Birthday. Sólo con el título ya te lo digo tó y no te digo ná. Claro que siendo suya, aunque sea (que no lo sé) el bodrio más alucinante de la historia del cine, seguro que hay quien la considera una obra de arte. Seguro, vamos.
Por cierto, te has olvidado lo de ¡españolada!, dicho por supuesto mientras te subes las gafasdepasta con el dedo corazón y miras a los que te rodean por encima del hombro. Dicho desde el cariño, ¿eh? Pero ni Tarantino es tan maravilloso ni esta peli es mala. Las cosas por su nombre, joder ya, hombre, la ostia.

:)