jueves, noviembre 21, 2013

velo negro


El ojo
de un monstruo marino.
La lotería de Navidad como algo terrorífico.
Una criatura abisal
que surge para castigarnos.
El mar ruge
y ella acecha.
Veintidós de diciembre
como fecha premonitoria de la embestida.

El ojo
de un monstruo marino.
Sólo
furia
en él.
Dentro del iris,
el nacimiento de Jesús.
Dentro de esa cólera,
la paz de un establo.
El nacimiento del cristianismo como núcleo
de la maldad.
Ese quizá mensaje
ya no tan subliminal.
Nadie se esperaba que el horror surgiría de lo más profundo,
ahora.
Serie 011. Fracción 14.
El lugar
donde habita la bestia.
Como uno de los círculos
del Infierno de Dante.
El monstruo marino que parece
haber emergido
para tomar aire.
Quizá para tomar impulso.
El agua cubre su lomo
y la luz del sol
centellea
sobre su piel.

El ojo de un monstruo marino.
Cthulhu.
Leviatán.
Quién sabe cuánto tiempo estuvo
esperando este momento.

¿Y si cae aquí?

La que tendría que ser una pregunta llena de esperanza,
se cubre con un velo
negro.

Ahora
sólo
desasosiego.

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