sábado, diciembre 27, 2008

y tú sabrás que mi nombre es Mountazer

Mountazer en acción. (En un primer momento pensé que se trataba del Follonero).

De esto quería hablar cuando pasó (había escrito "sucedió" pero lo he cambiado por "pasó" porque "sucedió" me ha parecido más formal, no me preguntes por qué, pero "sucedió" no me ha gustado y lo he cambiado por "pasó", que es un verbo que todos usamos más) pero no tuve tiempo.

El pasado 14 de diciembre, un periodista iraquí, Mountazer al Zaidi, le tiró (había puesto "lanzó" pero lo he cambiado por "le tiró", que es más visual, al menos para mí) dos (2) zapatos a Bush durante una rueda de prensa. Antes le había avisado con un: "Toma tu beso de despedida, pedazo de perro", que me suena a Bruce Willis en alguna Jungla de cristal antes de matar al malo (al extranjero), pero bueno, eso son cosas mías, aunque no te extrañe que dentro de poco aparezca en alguna peli al estilo Sayonara, Baby o Alégrame el día o ...Y tú sabrás que mi nombre es Yahvé cuando caiga mi venganza sobre ti. 
La cuestión es que Mountazer (como el novio de Pilar Rubio) ha hecho algo que le gustaría hacer a la mitad de la población mundial. El acto del periodista punk, que ahora debe de estar recibiendo de lo lindo en una celda llena de ratas, representa a casi todo un planeta. Y yo creo que no se le ha dado demasiada importancia. 
Ahora sólo se habla de que la marca de esos zapatos (Zapatos Baydan),  ha pasado de vender 15.000 pares al año a tener encargados 370.000 en una semana. Eso, al fin y al cabo, es una curiosidad que pasará de largo dentro de un mes. 
Lo realmente importante aquí es el acto de lanzar unos zapatos, como una madre por el pasillo persiguiendo a su hijo, un hijo insolente y asesino que, después de esquivar los zapatazos de su madre, del mundo, de nosotros, aún tiene la desfachatez de reírse de su vieja.

Mountazer al Zaidi erró sus disparos, sí, pero ahora nosotros tenemos la oportunidad (y el deber) de apuntar con más calma (sin miedo a represalias), teniendo en cuenta, eso sí, la inclinación y la fuerza.
Desahógate.

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