domingo, noviembre 22, 2009

director iraní albino

Hace unos días, quizá hace más tiempo, quizá lleva años ahí acurrucada, en silencio, pero yo me enteré hace unos días, así que hace unos días apareció una web en la que se pide que Messi se haga la permanente para jugar el Mundial de Suráfrica 2010. De esta manera, dicen, las semejanzas entre Messi y el Dios Maradona del 86 serían prácticamente idénticas ya que, por ejemplo, siguen diciendo, Adidas ha diseñado la camiseta inspirándose en la de aquel mundial de México, Messi marcó un gol ante el Getafe (casi) idéntico al de Maradona ante Inglaterra en el antes citado Mundial 

y muchas otras cosas más. 
Repeticiones, que es lo que nos hace felices a todos.
Repeticiones, que es lo que nos hace felices a todos.
La importancia ya no reside en el hecho de que Argentina gane o no el mundial sino en que la historia se repita. 
La magia del asunto es que la historia se repita. 

Todo esto me ha hecho pensar en Kierkegaard (pronuncio Kierkegaard mientras deambulo por delante de los Verdi, dejándome ver, haciendo fotos con mi Luomo a la corteza de los árboles y a las mierdas de perro, ¡hay tanto arte en una mierda de perro, plebeyos ignorantes, fans de Crepúsculo!, haciendo ver que me interesa la última peli de un director iraní albino con Síndrome de Down, a la vez que me ajusto las gafas de pasta sin cristal con el índice), me ha hecho pensar todo esto en Kierkegaard, te decía, y en su ensayo La repetición, que es un ensayo cortito que me he podido leer hasta yo ¡Hasta yo! Imagínate lo que podrías hacer tú.
Aquí te presto un extracto.

El recuerdo es una vieja mujer todavía hermosa, pero con la que ya no puedes intentar nada en el instante. 
La repetición es una esposa amada de la que nunca jamás llegas a sentir hastío, porque solamente se cansa uno de lo nuevo, pero no de las cosas antiguas cuya presencia constituyen una fuente inagotable de placer y felicidad.

No hay comentarios: