domingo, marzo 01, 2009

cristal redondeado


Caminando descalzo por blogs, me clavé el cristal redondeado por las olas de una botella lanzada desde la costa de Zadar, en Croacia, que quizá contuvo un mensaje.
Allí, Nikola Basic construyó en 2005 un instrumento para que no lo tocase nadie.
Setenta metros de largo y treinta y cinco tubos.
Las olas van tapando uno u otro agujero y el aire impulsado por los tubos produce diferentes notas musicales.
Extraño y bonito.
Puedes ir y sentarte y contemplar una puesta de sol y luego el sol desaparecer y luego la noche y tú allí sentado escuchando esos sonidos, esa música que podría provenir del Titanic,
allá donde esté,
en el que la orquesta,
quiero imaginármelo así,
continúa tocando
un vals de despedida.

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