domingo, abril 04, 2010

especias

Acabo de comer potaje que me dio mi abuela el jueves en un recipiente de plástico.
Lo he calentado en el microondas.
Lo malo del microondas es que calienta el plato pero no el contenido.
He sido consciente de la aberración que cometía calentando en microondas el potaje pero no tenía más remedio. Frío hubiera estado bueno también.

He pensado en la etimología de la palabra y la he buscado en el Breve diccionario etimológico de la lengua castellana Joan Coromines que me compré hace poco.
potaje: 1444, del francés potage "puchero, cocido", y antes "sopa", derivado de pot "puchero".

Mi abuela le pone muchas especias. 
He intentado averiguar cuáles eran pero me he dicho: no sé nada de especias. Y simplemente he disfrutado del sabor que parecía transportarme a una tierra antigua.

Mientras iba comiéndomelo pensaba en mi abuela y en que un día se morirá. 
No quiero que se muera pero un día se morirá. Igual que yo tampoco quiero morirme. Pero me moriré. No hay que darle muchas vueltas a lo inevitable. Y no suelo pensar mucho en este tema pero a veces lo relaciono con algo que estoy viviendo o experimentando. Normalmente cuando estoy disfrutando de algo pienso que acabará tarde o temprano.
No sé si así lo disfruto más. Al menos sí de otra manera.
Luego he pensado fugazmente en la frase que hizo famosa la barriga de Angelina Jolie: Quod me nutrit me destruit, y la he hecho mía por unos instantes: Este potaje me ayuda a morir o, más épica: Cada cucharada de este potaje me acerca a la muerte.

Con la muerte de mi abuela también desaparecerá el sabor de este potaje que me acabo de comer hace treinta minutos. 
Quizá una opción sería que me enseñara a hacerlo para seguir disfrutando de este sabor.
Pero, ¿acaso sería exactamente el mismo sabor, la misma sensación?
Creo que no vale la pena intentarlo.
Y no es una cuestión de pereza. 
Estoy hablando de dignidad.

Hay cosas que es mejor que desaparezcan para así poder volver a invocarlas de vez  en cuando.
A nuestra manera.

2 comentarios:

Maria dijo...

me ha dado mucha pena leer este texto pero la verdad es que alguna vez he pensado cosas así también... de todas maneras podrías aprender a hacer el potaje (qué palabra más bonita, como mejunje) para decirle a futuras generaciones lo rico que estaba el de tu abuela :P

un beso

Andre dijo...

No me decia en que post comentarte, es la primera vez que lo hago, y pudo haber sido en cualquier otro post. Me mgusta mucho como escribes, me siento enfrente tuya cuando lo leo, bueno jaja aunque no te imagino mucho.