Nada mejor que poesía para acabar y empezar el año.
(Me he tomado la molestia de subirte el audio con el Jaime leyéndote, aunque supongo que ya estaría subido por alguien por ahí. Me da igual.)
No es la más optimista que he encontrado.
Es la mejor.
Por otro lado, la poesía no debe ser optimista. No será esa nunca su función.
Este año será grande.
Ya lo verás.
Nada de miedos.
Si es necesario, dejaremos la lamparilla de noche encendida.
Pero nada de miedos.
No hay ningún monstruo debajo de la cama.
Ahora el monstruo somos nosotros.
In poetry we trust!
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No volveré a ser joven
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
Jaime Gil de Biedma
2 comentarios:
Feliz año amigo!
un abrazo
Vamos a vivir ahora que somos jóvenes. FELIZ AÑO
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