martes, mayo 22, 2007

the partisan

El viejo Leonard se sienta en el borde de su cama. No quiere hablar con nadie, ahora quiere estar solo. Y cuando el viejo Leonard quiere estar solo, esto es lo que hace, sentarse en el borde de su cama y escuchar uno de sus discos. Bueno, un tema en especial de uno de sus discos. Un tema que no es suyo. Por eso le gusta, le hace sentir triste, lo arropa como una manta de llanto. Pero es hoy, ahora, cuando el viejo Leonard se sienta en el borde de su cama para escuchar este llanto, es hoy por primera vez cuando lo escucha. Cuando termina de cantar then well come from the shadows, el viejo Leonard, sentado en el borde de su cama, con las manos apoyadas en sus rodillas, puede escuchar tres golpes, puede escuchar como alguien golpea la puerta del estudio donde esa tarde del 69 un joven Leonard grababa su segundo disco. Han tenido que pasar 38 años para que el viejo Leonard oyera esos golpes. Ahora ya nada tiene el mismo sentido.

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