domingo, agosto 16, 2009

ligero palpitar


He estado de vacaciones unos días. Una semana.
Así: he estado de vacaciones una semana.

Estas fotos muestran lo que he estado viendo al levantarme por la mañana y antes de irme a dormir. 
Las vacaciones son una mierda porque se acaban, porque tienen una fecha límite.
Aunque si te dijeran: acábalas cuando quieras, sería mucho peor. Al menos yo lo dejaría siempre para el día siguiente. Y así hasta que mi sentimiento de culpa fuese más grande que mi dignidad.

Estas fotos muestran lo que se ve desde la terraza del apartamento donde veraneo desde los diez años. 
Está en Begur, en la Costa Brava, y este año, gracias a Josep Cuní y El paisatge favorit de Catalunya, he sabido lo que puede llegar a sentir un asesino de masas. 
Quizá los hoteleros y dueños de restaurantes se lo agradecerán. Yo no.
Yo he podido apreciar un ligero palpitar aquí a este lado del cráneo, se diría como si algo quisiera escapar de ahí dentro. Escapar y hacer daño.
La cuestión es que no me he movido mucho del apartamento. 
Lo único que he hecho ha sido tomar el sol, bañarme en la piscina, leer y engordar.
A casi todo el mundo las vacaciones les sirven para engordar. Pocas personas adelgazan en vacaciones, a no ser que hagas una travesía por el Sahara durante veinte días. 
Haré como mi querido Rafael Reig y te lo preguntaré directamente: ¿tú engordas o adelgazas en vacaciones?

En fin. 
Ayer sábado volvimos, Sheila y yo, a la cruda realidad. 
Qué raro es el último día de vacaciones. 
El último día no cuenta, porque no se disfruta. 
Es como un domingo, ¿para qué sirve un domingo? Molesta, un domingo. Que pase del sábado al lunes, la semana. Eso es lo que querría yo. No el domingo. 
Mira qué tristeza de frase: Hoy es domingo. No hay frase más triste. 
Ni respuesta más triste. ¿Qué día es hoy? Domingo. Vaya puta mierda. Mañana lunes. Eso es lo que se piensa directamente. Y pensar en el día siguiente es no vivir el actual, es anularlo. Por eso propongo, en esta noche de agosto tan llena de calor y de pocas ganas de hacer cosas, que desaparezca el domingo.

Ahora me voy a dormir.
Ya subiré fotos y profundas reflexiones de estos días de vacaciones.

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