martes, septiembre 02, 2008

sudores sin fruto

La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean las aguas podridas.
La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.
La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.
Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraíso ni amores deshojados;
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.
La luz sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.

La aurora
Poeta en Nueva York (1929-1930)
Federico García Lorca

1 comentario:

NeoPoeta dijo...

Conozco poca gente que haya leído Poeta en Nueva York que es, precisamente, mi obra preferida de Lorca... La Oda a Walt Withman, Paisaje de la multitud que vomita, El Rey de Harlem...

Imprescindible de principio a fin.