Una de las noticias que nos han sobrecogido estos días ha sido la presencia de una leona suelta merodeando por La Sénia (Tarragona).
La gran cantidad de leones que, desde hace unos años, habitan en esa región inhóspita de Catalunya hace que, cada vez más, muchas hembras se acerquen peligrosamente a las zonas pobladas en busca de comida y pongan en peligro a niños y mayores.
La cuestión es que varios vecinos de la zona dijeron haber visto a una leona cerca de una granja de pollos. Algunos de estos vecinos ni siquiera salieron de casa durante esos días, algunos incluso estaban de viaje pero, al ver llegar las cámaras de España Directo, se peinaron con saliva y salieron al encuentro de los reporteros afirmando que ellos también la habían visto y que todo este asunto era indignante, una leona, dónde íbamos a parar, ayayay, blablablá.
Después de varios días de andar perdida lejos de su manada, la leona se fue convirtiendo en perro, un perro salvaje. Es un proceso, aunque raro, natural.
Poco se sabe.
Nosotros, menos.
Así que, al quinto o sexto día de sufrimiento, la leona, ahora perro salvaje, fue abatida con dos disparos, uno primero y otro después, y cayó en el suelo o allí donde estuviera, para descansar para siempre.
Expertos han comentado que, si se le hubiera dejado unos días más, la leona, ahora perro salvaje, se hubiese llegado a convertir en un perro doméstico, "muy parecido al de Paris Hilton, para que se hagan una idea los telespectadores", dijo a los medios alguien, por detrás, a quien no pudo alcanzar el objetivo de la cámara.
Miembros del Cuerpo de Agentes Rurales estuvieron a punto de cazarla/lo con dardos anestésicos pero, según ellos:
"La anestesia requiere una alta precisión en la técnica y en la distancia. No podíamos arriesgarnos a perderlo".
O, lo que es lo mismo:
La anestesia requiere una alta precisión en la técnica y en la distancia. Y nosotros no tenemos nada de eso. A nosotros no nos pagan para ser precisos, nos pagan por horas y, cuando me di cuenta de la hora que era le dije al Jose:
- Jose, que son las ocho, joder, que empieza el Pasapalabra.
- ¿Y qué quieres que haga, joder?- me dijo el Jose.
- Pues cárgatelo y vámonos, ostia- le contesté yo.
Además, nos llamaron de la Generalitat y nos dijeron que ya no nos podían dar más dinero para esta tontería, que cien mil euros era suficiente para esta mariconada, así me lo dijeron, y que con ese dinero se podían hacer cosas más interesantes como, por ejemplo, comprar a veinte prostitutas rumanas para fiestas varias.
Una vez abatida/o y acabado el Pasapalabra, Agentes forestales hicieron un reportaje fotográfico de la leona/perro salvaje para mostrarlo a los vecinos que aseguraron haberla/lo visto.
Uno de ellos, al ver las fotos, ha declarado:
Bueno, sí, se parece, podría ser, pero, una cosa, el animal que yo vi no tenía la lengua fuera, ni sangraba como éste.
Además, se movía.