sábado, febrero 16, 2008

barcelona apesta vol.1 y 2


¿Recuerdas ese día en que cagaste aquel zurullo?
No te estoy hablando de esa caca que se fue a la primera cuando tiraste de la cadena.
Te hablo de aquel zurullo. Seguro que lo recuerdas, aunque no sea agradable, seguro que te acuerdas ahora de él. Se quedó tanto rato que estuviste a punto de ponerle nombre.
Fue un día, por la noche, o por la mañana, qué más da. Cagaste aquel zurullo que se quedó inmóvil, como un menhir que llevase ahí dentro miles de años.
Al principio te asombraste. Dijiste joder. Luego te hizo gracia. Quizá llegaste a pensar en cómo habías podido acumular tanta mierda dentro.
Te limpiaste y tiraste de la cadena. El agua se fue pero el zurullo no. Volviste a decir joder. Cuando oíste que la cisterna volvía a estar llena, tiraste de nuevo. Allí estaba el menhir, dispuesto a sacarte de quicio, envuelto en papel de w.c., pastoso, repulsivo, desafiante. Aquello que podía ser una anécdota de borrachera se estaba convirtiendo en tu peor pesadilla.
Sobre todo cuando te diste cuenta de que no estabas en tu casa.
No había escobilla así que te envolviste la mano con papel de w.c. y decidiste destrozar con delicadeza aquel menhir. Luego tiraste de la cadena una o dos veces más.
Al final, cuando alguien ya golpeaba a la puerta del lavabo preguntando si estabas bien, desapareció.

Algo así es Barcelona para mí: un zurullo pastoso, repulsivo y desafiante que al principio te hace gracia pero que luego lo único que quieres es que desaparezca.

Barcelona apesta. Es mi visión de la ciudad, claro.
A ti te puede encantar, me parece estupendo. Pero a mí me da una pereza insoportable.
No me aporta nada nuevo.
¿Y yo a ella? Yo a ella tampoco, pero esa no es la cuestión, yo te digo como soy, ella no. Yo soy un vago, un irresponsable y un tío sin agallas. Y por supuesto más cosas.
Barcelona tendría que ser honesta consigo misma y, sin duda, contigo. Es lo que pido.
¿Pero qué quiero de ella? No quiero nada, absolutamente.
¿Y de qué te quejas? Me quejo de todo, absolutamente. Me quejo porque tengo que vivir en ella durante unas horas cada semana.
Y porque me da la gana.

De Barcelona sólo salvaría las tiendas en las que compro. Ni siquiera la calle donde están. Sólo las tiendas. Son las únicas cosas que me aportan felicidad en esta ciudad.
¿Así que eres un consumista de mierda?
Sí, soy un consumista de mierda.
Como tú.

Estoy harto de ver la misma foto de Barcelona: desde arriba, recién maquillada, con su nuevo peinado, con su nuevo tatuaje y haciendo pucheritos. Estoy harto de tu egolog, Barcelona. Y mucho más de los comentarios que te dejan los perdedores que lo visitan.
Te reto, Barcelona.
Hazte una foto recién levantada, a las seis de la mañana, con la gente que duerme en tus calles meando en cualquier sitio.
Hazle una foto a aquel carterista de la Rambla, a aquel vómito en el metro que apesta todo el vagón.
Hazle una foto a tus legañas, esas que tienen tanto miedo a contar la verdad. Explica quién te folló anoche, si es que te acuerdas.
Haz fotos de las palomas cagándose encima de todos nosotros y luego hazle una foto a todos los putos que están en los lavabos de la Fnac dispuestos a chupártela por cinco euros.
Amplia las fotos que hagas de cualquier lavabo de tren y cuélgala en tu habitación.
No quiero ver las luces de la Pedrera, quiero ver las farolas rotas de cualquier calle del Raval, quiero ver a los travestis llorando a las cinco de la mañana, quiero ver condones en porterías barridas por señoras en bata fumando Ducados, quiero ver palomas aplastadas en la calle que nadie se digna a apartar.
Hazle una foto a un chico en monopatín arrollando a una pobre señora que camina hacia su casa por la plaza del MACBA.
Más tarde hazle otra foto a esa misma señora ya en casa, con la pierna vendada, en su piso de treinta metros cuadrados, comiendo judías con arroz.
Fotografía también las cucarachas que se cuelan por las grietas, y las ratas en su patio.
Visita el puerto y haz fotos de esos peces deformes que viven de pan y cacahuetes, envueltos en arcoiris de gasoil. Captura el olor a muerte con tu cámara.

Barcelona está llena de ineptos en los que me incluyo cuando la visito y que, inevitablemente, me dejan la sensación de ineptitud cuando me voy, me la llevo conmigo, sin otra opción posible, como sangre cuando te muerdes la lengua.

Lo peor de todo este rollo es que Barcelona no va a desaparecer por un desagüe por muchas veces que tire de la cadena.
Lo peor de todo esto es que el menhir en que se ha convertido Barcelona seguirá ahí, pastoso, repulsivo y desafiante, haciéndose fotos desde arriba y diciendo hoy estoy super feliz porque me acabo de comprar unas zapatillas por eBay. Y luego habrá comentarios del tipo eres la mejor, esta noche salimos y me meo en tu boca o donde tú quieras, Barcelona. ¡Te quiero, guapi! ^^

Yo sólo espero con impaciencia esta noticia:
Descubierto un desagüe en el puerto de Barcelona por el que podría desparecer toda la ciudad.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

propongo una cosa: todos los visitantes de este blog, enviemos fotos de la cara B de barcelona, esa que no nos gusta y que no sale en las guías como describe arno. fotos que tengamos o que hagamos con esta excusa.
se las pasamos por mail y que el las vaya colgando como lo crea oportuno. es una manera de hacer más nuestro este blog, que mucha gente visita y poca gente postea.
¿qué decís? ¿os gusta la idea?

Anónimo dijo...

mola! ^^
yo voto que sí! (oye, que no es recochineo porque tengas que estar en la mesa electoral...) :p

diego dijo...

No creo que vaya a tener mucho éxito esta propuesta. Aunque te la agradezco.
Un beso.

Luis dijo...

Barcelona apesta, estoy totalmente de acuerdo. Y como yo también estoy hasta los cojones de tanta pijería, tanto autobombo y tanto escaparate he creado un blog llamado precisamente "Barcelona apesta".

Os invito a visitarlo.
www.barcelonaapesta.com