Mi inspiración se ha ido de putas al barrio rojo de Amsterdam
y entra en todas y cada una de las habitaciones
donde viven las señoritas en ropa interior,
niñas maquilladas y perfumadas que te llaman con el índice
y tú dices que no
o no dices nada
pero mi inspiración no sabe lo que es el no,
no conoce la negación,
porque la inspiración vive en un perenne sí,
mi inspiración sobrevive en una balsa de madera
atada al puerto
en la que viven gatos que sólo saltan a tierra firme
en busca de basura que comer.
Mi inspiración lleva dentadura postiza
y se la quita sin dudarlo
para chupársela a cualquiera que le cuente una buena historia,
ni siquiera eso,
a cualquiera que le ofrezca la frase inicial perfecta,
eso es lo que busca mi inspiración
entre la basura,
en su paladar,
en el oscuro espacio de tiempo que hay entre los parpadeos del muñeco verde del semáforo,
la frase inicial perfecta
que hará
descarrilarlo
todo.
4 comentarios:
Pues Ámsterdam le inspira mucho a tu inspiración...
:-)
Qué tal París? No te da para escribir algo???
Quieres que te la rescate?
mo
elena: a ver si tengo un momento.
mo: déjala suelta por ahí, que disfrute ella que es joven.
Si, desde mi ventana puedo ver tu inspiración.
Pero, joder, te va a salir caro, creo, porque, no es que yo sepa los precios, ni nada de eso.
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