Estaba yo el otro día escuchando la banda sonora, el soundtrack, baby, de I'm not there, esta peli de Todd Haynes donde seis actores diferentes dan vida a Bob Dylan.
Ahora que lo pienso, ¿ya la estrenaron aquí? Con esto del emule ya ni te enteras cuando estrenan una película. En el póster tendrían que especificar la fecha del estreno en cines y cuando la puedes encontrar en emule.
Pues estaba yo escuchando esta banda sonora, en uno de mis fantásticos viajes hacia el trabajo, viajes de placer que hago hasta el trabajo, porque yo disfruto viajando aunque sea en autobús en huelga y a treinta por hora, yo disfruto, qué quieres que te diga, yo, disfruto, y esta banda sonora, versiones de Dylan, ayuda a disfrutar.
No todas las versiones son increíbles, ni mucho menos, como tampoco son increíbles todas las canciones de Dylan. Pero entre ellas he encontrado una que, para mí, es la mejor.
Y escuchando esa canción, esa versión, pensaba en lo que es ser un buen cantante y me decía a mí mismo conmigo al lado que:
a) un buen cantante es aquel al que nunca le han dicho lo buen cantante que es;
b) es aquel que no verás por televisión y;
c) es el que convierte una canción mediocre en una muy buena.
Todo esto es lo que le pasa aquí a Jeff Tweedy. Coge Simple twist of fate, una canción mediocre de Dylan, te puede gustar más o menos pero aquí no hay discusión: es mediocre, y la convierte en un gran tema. Y sin hacer florituras ni cambiarle el tempo ni nada de eso. De hecho, la canción es prácticamente igual a la original. Pero es la voz de Tweedy la que ha obrado el milagro.
Un simple barniz que hace que te preguntes ¿es la misma mesa que teníamos?
Esto es un buen cantante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario