miércoles, diciembre 12, 2007

ayer fue el cumpleaños de Cristina


Cada día es el cumpleaños de alguien, pero hoy es el de alguien muy especial.
Esta frase la leí en una tarjeta de cumpleaños que me regalaron de pequeño.

Cristina es mi Amiga.
Se hace llamar Houdini y firma como tal.
Ahora está en Manchester, estudiando, o eso dice.
Hace unos días me dijo que el 11 de diciembre sería su cumpleaños, que no me olvidase.
Yo le dije que qué tonterías tenía, que no me iba a olvidar.

Ayer fue el cumpleaños de Cristina.
Se me olvidó felicitarla.

Cada día es el cumpleaños de alguien, pero ayer fue el de alguien muy especial.



Acabo de votar en mi encuesta.

2 comentarios:

houdini dijo...

¡pues ya está, arreglado! :D :-*******

houdini dijo...

...no, Lymm es otro sitio. Está cerca, pero no es Manchester.

Noticias de última hora:

Esta noche tres chavales con capuchas y linternas han intentado entrar en casa de nuestros vecinos por la puerta de atrás.

Serían las 9.30pm cuando oímos voces en el callejón, el puto alley-way que los británicos tienen que tener para facilitar robos, violaciones y demás. Yo no le dí mayor importancia y me puse a leer Internet. Pero Helena, mi compañera de casa, fue rápida: se metió dentro de la bañera para poder espiarlos sin ser vista (sic.) y cuando los vio con las linternas y metiéndose en el patio de los vecinos en seguida llamó a la policía, quienes la acribillaron a preguntas estúpidas antes de enviar a alguien. Los cops llegaron en 10 minutos. Tras una carrera asmática, obviamente, les perdieron la pista. Luego vinieron a casa y nos agradecieron la llamada (?).

Oye, de verdad que yo no vivo en un barrio chungo. Y, en serio, Manchester es una de las ciudades más alucinantes que he visto. Si no me crees, sólo tienes que venir unos dí­as y te convenzo rápido. London is for losers.

Helena se puso alemanísima con nuestro otro compañero de piso, Will, casi pidiéndole al pobre que blindara la casa YA. A veces me dan ganas de preguntarle que qué le pareció el Mein Kampf, de verdad. Yo fui a la nevera, cogí el último trozo de pastel de cumpleaños y me serví un glass o' vino.

Y hoy hace un día tremendo, de esos en los que hace más frío que nunca porque ha salido el sol y las nubes no impiden que el calor se esfume.