Todos mis días
son iguales.
Intento hacer cosas
para que mi vida,
mis días,
no sean tan iguales entre sí.
Pero no soy capaz.
Ni siquiera de intentarlo.
Me levanto
siempre
a la misma hora
mismo minuto.
Me ducho
cantando
siempre
la misma canción.
Camino hasta la parada
del autobús,
primero por esta acera
y luego por la otra.
Escucho
las mismas canciones
durante el trayecto
hasta el trabajo
en el mismo orden,
para que cada una
coincida
con la misma parada
del día anterior.
Incluso miro
el mismo
trozo de cuneta,
el mismo
edificio,
la misma
señal rota,
el mismo
gato muerto
que nadie
se digna a quitar.
Todo
para que ningún día
sea diferente.
Todos mis días
son iguales.
Todos mis días
serían iguales
si no fuese
por Sheila.
Sólo sé
que hoy no es ayer
porque
hoy
la quiero más.
2 comentarios:
Aiiiish...
:_
buah... no puede haber nada mejor...
q envidia, sheila...
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