sábado, julio 05, 2008

ya verás qué miedo

So I always keep a bottle near

1.
Amy Winehouse está viva
Pese a la desconfianza la cantante británica se impone a Shakira en el segundo fin de semana de Rock in Rio.

No es tan fiero el león como lo pintan. Incluso puede ser simpático. Y si nos ponemos excesivos, hasta puede dar un buen concierto. Hablamos de Amy Winehouse, una de las estrellas más esperadas ayer en el festival Rock in Rio. Ella marcó la diferencia.
Y es que ayer vimos la mejor cara de Amy, la de una de las grandes cantantes de nuestro tiempo. A las 9 de la noche apareció en el escenario principal con un ajustado vestido y un abismal escote. Atacó con Addicted y Just Friends y el público recuperado de la sorpresa inicial ("Está viva y ha venido", se decía) paró el festival. La heredera de Keith Richards en versión femenina no falló. Una banda consistente la escoltó en una actuación impecable llena de soul y reggae. Y aunque los zapatos de tacón le duraron sólo tres canciones -los sustituyó por unas zapatillas de suela plana- Amy cerró un buen concierto. Sin tirar cohetes.


2.
Shakira reina en la noche de Amy
La cantante colombiana enloquece a los 75.000 espectadores congregados en Arganda del Rey con sus movimientos de cadera.

[...]
El estilo Amy
Sin tacones, con un ajustado vestido amarillo y con el tema Cupid de inicio, llegó ella. Amy Winehouse, la gran esperada del Rock in Rio en Arganda del Rey (Madrid), aunque a tenor por su voz la nueva esperanza del soul aún no está recuperada de sus últimas andanzas con las drogas. Tras interpretar sólo dos temas, la cantante echó mano de una copa de vino y siguió con su actuación. El concierto de Winehouse ha durado menos de una hora, algo frío y al que puso fin a la carrera, sin apenas despedirse.



¿El País está dividido o qué pasa, Zapatero?
En qué quedamos.
¿Estuvo bien el concierto o no?
¿Y quién ganó al final, la Amy o la Shaki?
Vuelvo, buelbo, a repetir una pregunta que hice hace (hice hace) un tiempo:
¿De qué sirve leer la crónica de un concierto?
Y vuelvo a repetirme la misma respuesta: De nada.
¿Con qué crónica me quedo?
A mí me gusta más la que gana Amy.
A lo mejor lo han hecho para que elijas tu preferida, como aquellos libros de elige tu propia aventura.
En las dos queda claro que el concierto de la Winehouse no fue para tirar cohetes, hasta ahí todo bien. Pero mientras en la primera, la inglesa eclipsa con su mellada sonrisa a la colombiana, en la segunda, las caderacas de la Shaki golpean hit me baby one more time y derraman el vaso de vino de la no, no, no.

Quizá me equivoco, pero la primera (firmada por Lino Portella hoy sábado) huele a impaciencia juvenil y la segunda (no he sabido encontrar quién la firma pero la firmó ayer después del concierto, cansado/a, hasta los huevos/ovarios de borrachos/as y tierra en las sandalias) a colonia de abuelo.
Quizá me equivoco, dije, pero ¿qué más me da? ¿Alguien va a dejar algún comentario y decir Te equivocas. Lino Portella tiene 89 años?

Que dos personas no vean el mismo concierto es algo de lo más normal. Lo que ya no me gusta, no, no, no, es que para una el concierto empiece con un tema (Addicted en la primera crónica) y para la otra con otro (Cupid en la segunda).
Una cosa es la apreciación subjetiva y otra el relato de los hechos.

De todas formas, ya dije, la crónica de un concierto no sirve absolutamente para nada.
Hay tantas cosas que no sirven absolutamente para nada.
Ponte a pensar, ya verás qué miedo.

1 comentario:

Antuan dijo...

Te equivocas. Lino Portella tiene 89 años.