viernes, junio 15, 2007

ohmaigad!


Por si no os habéis enterado, el Sónar ya ha llegado a la ciudad condal.
El Sónar es un festival en el que, como en todos los festivales, lo menos importante es la música.
El Sónar inunda las calles de Barcelona de (para qué buscar un sinónimo) guiris rosas que caminan lentamente, porque no van hacia ninguna parte en especial, haciendo que pierdas el metro y llegues tarde al trabajo.
El Sónar es el segundo carnaval del año. Viste a estos guiris (y a los no tan guiris) de formas demasiado extrañas, rozando, bueno, yo diría que dejando a la altura del betún la palabra ridículo. No nos engañemos, esas gafas de sol con ese peinado aceitoso nerd te queda (para qué buscar un sinónimo) cutre. Alguien se lo tendría que decir. Y, oye, ese bikini te queda demasiado (para qué buscar un sinónimo) holgado.
El Sónar sirve para que te hagas el entendido ante tus colegas paletos que se han quedado en tu pueblo. Así, al volver del festival, les explicarás, a la luz de una hoguera, que te gustó Justice pero no tanto como la sesión de D.A.R.Y.L., al que consideras la figura emergente con más proyección en este momento y que no sabías qué pintaban Sunn O))) entre toda esa maraña de beats. Ellos te mirarán sin interés y te escucharán simplemente porque estás ahí, no por otra cosa. Cuando acabes, iréis a tomar algo a ese bar de siempre, ese en el que siempre te animas a bailar cuando suena Corazón latino. Luego, de vuelta a casa en moto, os saltaréis semáforos en rojo haciendo competiciones con tus colegas. Ya en tu cama, antes de dormirte, pensarás que, hagas lo que hagas, siempre seguirás siendo como tus colegas: un (para qué buscar un sinónimo) paleto.
El Sónar deja las calles pegajosas (más de lo normal) de cerveza reseca al sol, de gritos por la noche y de ohmaigad! estúpidos cada dos por tres.
El Sónar sirve para que los (para qué buscar un sinónimo) camellos ganen lo mismo en tres días que durante todo el año y aquí no pase nada. (Como en todos los festivales desde Woodstock, el del 69).
El Sónar es, según los organizadores, el festival más importante de música electrónica. Esto me recuerda a una abuela hablando de su nieto preferido. No hay ninguno más guapo que él.
El Sónar sirve para que suban (aún más) el precio de todas y cada una de las (para qué buscar un sinónimo) cosas vendibles en la ville de Barcelona. Una vez leí un artículo de Quim Monzó en el que pedía una tarjeta para los ciudadanos de Barcelona que pudieras enseñar antes de pedir la cuenta en un bar de La Rambla.
El Sónar manda y dice que el hip-hop y la música electrónica son (para qué buscar un sinónimo) hermanos. Así que si quieres ver en tu ciudad a los Beastie Boys, tendrás que soportar a alguien a tu lado que no sabe por qué se le mueve tanto la mandíbula, previo pago de una entrada, claro.
El Sónar es un festival en el que, ya lo dije, como en todos los festivales, lo menos importante es la música.

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