domingo, noviembre 05, 2006

botellas volando

Hace unos días, en el blog de mi amigo T. se exponía una cuestión interesante acerca de las influencias musicales entre generaciones.
Lejos, lejísimos de esa cuestión, voy a plantear yo otra, unida simplemente a ésta por el tema musical. Más concretamente la crítica musical. Y mucho más concretamente la CRÍTICA DE CONCIERTOS.

La pregunta que lanzo es la siguiente: ¿sirve para algo la crítica de un concierto? Parémonos a pensar.
Por ejemplo, y me pongo a mí de ejemplo, el otro día leía la crítica en Rockdelux del concierto de Edan en el BAM.
En ella, el crítico lo deja como "el mejor concierto del festival". Bien, hasta ahí todo bien. Sabemos que el concierto de Edan estuvo muy bien, excelente según lo leído. Bien. Ahora, una vez sabemos esto, la pregunta es: ¿qué nos ha aportado esta información a nuestra vida?
Hay diferentes respuestas:
1) si no fuimos y no nos interesaba el concierto: nada;
2) si fuimos y nos pareció un gran concierto: simpatía por el crítico;
3) si fuimos y nos pareció una caca: desconfianza hacia ese crítico, y;
4) si no fuimos y queríamos haber ido (mi caso): odio hacia el crítico y, debido a su onda expansiva, odio hacia toda la gente que asistió. El odio variará en gran medida de lo bueno o malo que fue el concierto según el crítico.
En definitiva, estas son, a grandes rasgos, las reacciones ante una crítica de concierto.
Y ahora la pregunta vuelve a ser la misma que antes: ¿qué nos ha aportado esta información a nuestra vida? Aparte de admiración o repulsa hacia el crítico, poca cosa más.
Porque la crítica de una película, un disco, un libro, una exposición, son temas diferentes. Lees la crítica de un disco, (TU crítico, no uno cualquiera) te anima a comprarlo, crees que te puede llegar a gustar y entonces sales de casa y decides IR a comprarlo en ESE MOMENTO. Igual con el libro, ir a ver la peli, etc.
Pero un concierto que YA ha pasado, ¿de qué sirve que alguien nos diga cómo fue?
Un tema aparte son los conciertos históricos, conciertos que marcan un antes y un después en la historia de la música o de una sociedad. Conciertos que, por otro lado, es muy difícil que hoy en día sucedan ya.
Porque, por mucho que nos haya gustado la última gira de Radiohead, cuando pasen los años, ese habrá sido un concierto más. Nuestro recuerdo será el que se encargue de decidir si ese fue el concierto de NUESTRA vida o no. Pero eso siempre será algo personal.

Mi opinión es que las críticas de conciertos no sirven para nada. Aún así, normalmente las leo. Supongo que intento encontrar algo extraordinario que pasó en ese concierto, alguna versión inesperada, una lipotimia del cantante, una caída, un gesto desagradable hacia el público, botellas volando. Es eso lo que espero leer en una crítica de concierto: botellas volando.
En fin, no sé, después de esta parrafada y sin regalar nada, estoy seguro de que nadie me va a postear.
Pero bueno, tenía ganas de planteároslo. Parecéis gente inteligente.
He dicho parecéis.

1 comentario:

ecosenun dijo...

bottles of the stone age...