"Juegos de la edad tardía" de Luis Landero es uno de los libros que tengo que leerme para trabajarlo en clase. Sinceramente y, perdonad mi ignorancia, no había oído hablar nunca de este escritor. Me sentí inculto cuando el profesor nos lo dijo pero con un falso, falsísimo movimiento de cabeza, hice ver que era el típico libro que siempre he estado a punto de leer y, por una cosa u otra, nunca he podido. Es un gesto muy sutil. Imaginad a los perritos de juguete que hay en algunos coches y que mueven la cabeza según el traqueteo. Pues ahora imaginad que el coche está parado en un semáforo. Así es. Hay que entornar un poco los ojos y todo, como si al perro le estuvieras acariciando la panza. No es nada fácil. Llevo muchos años en él.
En fin, paro ya de delirar y aquí dejo un pensamiento del clásico contemporáneo Luis Landero. Creo que me cae bien.
"Es bueno tener en cultivo algunos vicios como pueden ser fumar, comer cerdo, beber alguna sobrecopa o no hacer gimnasia, para que si algún día cae uno enfermo tenga el médico algo que prohibir, y uno sane. Pero si uno es todo virtud, en cayendo enfermo morirá, por impotencia de mejora". Luis Landero
2 comentarios:
Alguien que hace un comentario del tipo "un clásico contemporáneo" en el hábitat hostil que es una clase merece cosas malas: que le roben el bocadillo en la hora del recreo; que nadie se siente con él en las excursiones en autocar; que le metan los bolígrafos que lleva estupendamente alineados en el bolsillo de su camisa blanca de neo nerd por el...
Sobre el señor Landero no me pronuncio. No tengo el placer. Pero vamos, que así va la Seguridad Social como va, con semejantes consejos...
Y sobre la producción literaria propia, me han deslocalizado la fábrica. Ahora parece que mi inspiración, si alguna vez la tuve (¿?¿?¿?), se la han dado a un pastor de cabras del Kurdistán que escribe sonetos platerescos al estilo de Jorge Pozuelos (un clásico vonnegutesco, sin duda).
Lo conoces, ¿no?
¿Estás asintiendo levemente?
...
:)
Me gustan las coincidencias (y Auster).
Casualmente mi último post versó sobre la humillación a las que me sometieron con 17 años en un curso de escritura creativa:
"pero, ¿no habéis leído a Aristóteles?"
Ante la intentona general de asentir al unísono con cara de "claro, pero no me lo pude acabar" (que no coló porque todavía no habían proliferado los perros asertivos) la siguiente frase que nos espetó Luis Suñén fue:
"Deberíamos colgar un cartel que prohibiera la entrada a esta escuela a todo aquel que no haya leído a Aristóteles"
Pero nadie nos expulsó.
Y al año siguiente aceptaron matrículas a precio de riñón de otra tanda de incautos.
A juzgar por su evolución económica de la Escuela de Letras de Madrid diría que siguen sin hacer examen de ingreso aristotélico y se conforman con la humillación de los "clientes" (que favorecen las ventas de Aristóteles).
En fin, Luis Landero me merece un asentimiento perruno...
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